El Festival Internacional de Cine de San Sebastián concluyó hace cuatro días. El palmarés lo han leído en la prensa y en Twitter y lo han visto en televisión. No compito contra la información de última hora, trato de hacer análisis de lo que veo, y no siempre escribo de ello. Ahora, eso sí, con la digestión hecha, quiero escribir un puñado de conclusiones, que no son necesariamente acertadas y, por lo tanto, sí son discutibles.
1. Me gustó Pelo Malo, la ganadora de la Concha de Oro y el Festival se apunta un tanto premiando y reconociendo el cine latinoamericano. ¿Era mi ganadora? No. ¿Importa? Tampoco.
2. Ya que preguntan, mi apuesta estaba en Denis Villeneuve. Este señor canadiense -que aspiró al Oscar a Mejor película de habla no inglesa con la impresionante Incendies- ha rodado dos películas en un año y ha venido a Donostia a presentarlas. La que competía en la Sección Oficial, Enemy, es un desafío intelectual que ha dado que hablar durante todo el certamen. La otra, Prisoners, que ha permitido traer a la ciudad a Hugh Jackman, es lo mejor que he visto este año en un cine. El Zinemaldia ha perdido una ocasión única para apuntarse el tanto de consagrar a un gran director.
3. La segunda gran película que he visto este año ha sido Gravity, que se proyectó en San Sebastián en la sección Perlas. Es una maravilla, pero de ella escribiré en los próximos días.
4. Cada vez que pienso en La herida, la valoro más. Desde un principio aposté por Marián Álvarez como Mejor actriz, pero había algo que me sacaba de la película. El problema era yo, que me identifico demasiado con el personaje.
5. Colin Firth es un actorazo que es consciente de que ha hecho dos películas mediocres. No se ha dignado a aparecer por la ciudad. Normal.
6. ¿Volveré? Volveré. Eso espero.
Comentarios recientes