Dicen que hoy es el Día Mundial sin Tabaco. Que hoy nadie debería encender un cigarro y que el humo es muerte. No sé ustedes, pero yo me siento discriminado. En México desde hace varios años está prohibido fumar en cualquier sitio cerrado, lo mismo que en España. Y al igual que aquí, cada año el precio de los cigarrillos aumenta por los impuestos que se inventan para intentar que la gente deje de fumar. ¿Por qué?, es lo que me pregunto siempre. Dejen de meterse con mis vicios y yo no me meto con los suyos. Así de fácil.

Sí, ya sé que el costo para el Estado por hospitalizaciones de fumadores (en cualquier país) es impresionante; sí, ya sé que el “humo de segunda mano” afecta a la gente que está alrededor. ¿Y? Hay miles de cosas que afectan al organismo y no por eso a quienes lo consumen lo discriminan a diario, como nos pasa a diario a los fumadores.

Un ejemplo: La gente obesa también causa un serio problema a las finanzas del sistema de sanidad, lo mismo que las muertes relacionadas con el alcohol.  A mi cada noche (en Madrid o en Ciudad de México) me aterra ir por las calles y que un borracho que vaya conduciendo me atropelle o se impacte contra mi auto.

Y, sin embargo, no veo que en cada restaurante de comida rápida y/o engordadora, en cada tienda de ultramarinos o en cada supermercado haya carteles enormes que digan “Comer comida procesada mata” o “Tomar alcohol mata”, como sí lo dicen las cajas de los cigarrillos.

No digo que fumar esté bien. Eso lo sabemos todos los fumadores. Nadie, al prender un cigarro, dice “no puedo esperar a meterme todo este monóxido de carbono, alquitrán y demás veneno a los pulmones”. Por supuesto que no. Pero así como hay gente que disfruta comiendo un donut grasiento y engordador, que no le hará ningún bien a su cuerpo, sólo por el placer de hacerlo, los fumadores nos metemos ese humo a los pulmones porque es placentero. “¡Se están matando lentamente! ¡Cómo les puede gustar matarse con cada cigarro que fuman!”… Cosas más raras han pasado en este mundo.

Dejen de meterse con mis vicios y yo no me meto con los suyos. Porque fumar es un placer. Gracias.