Vuelven a quemar las fotos de los monarcas en la Diada
Efe Barcelona
Una nueva oleada de actos ilegales volvieron a ensombrecer ayer la celebración de la Diada. Un grupo de encapuchados quemó una foto de los Reyes y banderas de España y Francia en el tramo inicial y final de una de las manifestaciones de carácter independentista que se celebraron en Barcelona.
Al margen de estos actos, la jornada se convirtió en un alegato de la catalanidad. La mayoría de los partidos alertaron de las consecuencias que puede tener para Cataluña y España un mal acuerdo en materia de financiación autonómica, una advertencia que realizaron sus dirigentes tras la tradicional ofrenda al monumento a Rafael Casanova.
Como ocurre cada año, el Govern y los responsables de los partidos catalanes fueron silbados y abucheados por cerca de 200 manifestantes, aunque con menos fuerza que otras ediciones y con la novedad de que, en muchos momentos, se podían escuchar más las consignas de grupos antitaurinos que las de los clásicos independentistas.
Pero, al margen de la liturgia de primera hora de la Diada, los dirigentes catalanes centraron sus declaraciones en la negociación de la financiación autonómica y en el discurso del miércoles de Montilla, en el que expresó su voluntad de ser “flexible” en una negociación de la que espera obtener el mejor acuerdo posible, en un momento difícil debido a la crisis económica.
El líder de CiU, Artur Mas, prometió que su formación será garante de la unidad regional en defensa de un nuevo modelo de financiación para Cataluña, siempre y cuando la Generalitat garantice a su vez “firmeza”.
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