Un berciano reclama más carril-bici en España y llega a Barcelona

María J. Alonso Ponferrada
Hace unas semanas conocíamos la historia de un berciano afincado en Lugo que decidió recorrer 3.000 kilómetros en patinete para reclamar más kilómetros de carril bici en España. Este aventurero responde al nombre de Jesús García Juanes, un periodista dedicado a la cunicultura y que ha protagonizado varias hazañas memorables, como batir el récord de travesía polar o dar 200 vueltas a la muralla lucense. En esta ocasión y a sus 40 años, Jesús García ha completado el trayecto Lugo-París-Friburgo-Barcelona, montado en un patinete que desarrolla una velocidad punta de 90 kilómetros por hora en las bajadas y que llaneando alcanza los 30 kilómetros por hora.
Si todo sale bien y las averías no lo impiden, hoy llegará a Barcelona, donde participará en los actos programados mañana con motivo del Día Mundial sin Coches. Un mes de viaje por Europa para reivindicar más carriles apropiados para las bicicletas, algo necesario para evitar los numerosos accidentes que sufren los ciclistas anualmente.
Este hombre, natural de Columbrianos, aboga por la construcción de, al menos, “una décima parte de los kilómetros de carril bici que tiene Alemania, que son 40.000. Friburgo, que es una de las ciudades por las que voy a pasar, tiene más de 500 kilómetros de carril bici”, algo lógico si se tiene en cuenta que el número de bicicletas duplica al de población, es decir, en Friburgo hay una bicicleta por cada dos habitantes. Cifras que distan mucho de las registradas en Ponferrada, donde el número de kilómetros de carril bici no supera los trece, según los datos aportados por el concejal de Deportes del Ayuntamiento, Emilio Villanueva, quien también informó de que esa cifra se verá incrementada en breve, tras la habilitación de un trozo de carril bici en torno al Colomán Trabado, y a largo plazo en las inmediaciones de lo que será el Parque de la Juventud.
La Semana Europea de la Movilidad que, durante estos días, se está celebrando en Ponferrada increpa a la utilización de la bicicleta en detrimento del coche, para reducir las emisiones de CO2. Resulta paradójico este objetivo cuando el número de kilómetros de carril bici no es precisamente elevado.