Días de vinilo
Dirección: Gabriel Nesci
Reparto: Gastón Pauls, Fernán Mirás, Rafael Spregelburd y Ignacio Toselli.
En Dos vidas en un instante, el personaje al que encarnaba el actor John Hannah trataba de congraciarse con esa rubia desconocida del metro a la que interpretaba Gwyneth Paltrow comentándole que todos los ingleses de su generación habían bebido de la música de The Beatles a través del líquido amniótico de sus respectivas madres, todas fanáticas de la banda de Liverpool, y por eso sus canciones formaban parte inconsciente de un acervo cultural compartido. La teoría quizá presente algunas lagunas biológicas, pero funciona a la perfección como metáfora de lo que representa la música popular y de cómo la relacionamos con episodios de nuestras vidas.
Así lo representa también Días de vinilo a través de los cuatro amigos de toda la vida que se enfrentan a una encrucijada de madurez. La música como elemento definitorio de las personalidades y de los estados de ánimo, pero también punto de inflexión desde el cual se pasó página. Como una versión a la argentina de la novela de Nick Hornby Alta Fidelidad, es una comedia romántica funcional, sin muchas sorpresas, pero que divierte y emociona por su componente identificadora.
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