Verano, Italia, autoestop y ‘punk’
Ulli Lust firma una novela gráfica autobiográfica, sincera y al límite, sobre unas vacaciones de hace 27 años
Ullit Lust.
ADN.es
Jack Kerouak nos hizo creer que ir en autoestop mola, pero Ulli Lust llega para comunicar precisamente lo contrario: en su multipremiada novela gráfica Hoy es el último día del resto de tu vida (La Cúpula) recuerda un verano en que hizo ruta por Italia gracias a los conductores que recogían de la cuneta a dos adolescentes -Ulli y Edi- con muchos más pendientes y jirones que años.
Muchos de esos apiadados conductores los pinta en el libro como gente indeseable. El que no era un policía de paisano -que al final las dejó ir pese a estar indocumentadas con tal de no hacer el papeleo. “Así de perezosos son los italianos”, dice a sus 44 años la autora- era un porreta psicótico.
Peor eran los hombres del sur de Italia, a los que les salen brazos como tentáculos de sus miradas lascivas: “Me hicieron sentir como un perro. Me sorprendía que no vieran cuánto valemos las mujeres. Tengo dos hermanas y una madre de carácter fuerte. De pequeña sentía pena por los chicos, me parecía genial ser una chica”, recuerda Lust.
Pese a todo el feminismo que destila esta obra, plagada de agresiones hacia la mujer, Lust asegura que no lo escribió contra los hombres ni para reivindicar su condición de mujer. Además cree que “hacer autoestop no es peligroso. La hija del monstruo de Amstetten mejor hubiese estado 24 años haciendo autoestop que con su padre“, dice con desparpajo. Y claro, a ver quién se lo rebate.
PROTEGIDAS POR LA MAFIA
Durante dos meses, Ulli y Edi viajaron de gorra desde Viena hasta Sicilia. Por el camino conocieron a yonkis, artistas de la calle y capos de la mafia, y se vendieron por una pizza, vieron playas increíbles y conocieron por primera vez las drogas duras. “Estábamos fascinadas por la libertad y por lo prohibido y lo peligroso, pero no todo el que busca la libertad quiere acabar en el lado oscuro”.
Un capo de la mafia se encaprichó de Edi, y gracias a eso gozaron de su protección. En Palermo todos las respetaban, y los mafiosos les daban comida, techo, ropa, bienestar… pero no eran hermanitas de la caridad, y querían algo a cambio.
Hoy es el último día del resto de tu vida es especialmente impactante si se tiene en cuenta que es 100% autobiográfico y revelador. Lust nunca le había contado a nadie qué hizo aquel verano, y ahora lo enseña todo, con pelos y señales, en 462 páginas. “No te creas, siento vergüenza por algunas cosas que explico” en el libro, confiesa.
Lust, que al volver del periplo italiano dejó de tratarse con Edi -resultó no ser tan amiga como parecía-, no volvió a ir a la escuela y se dedicó, hasta los 28 años, a ilustrar cuentos infantiles y diseñar vestuario teatral. A los 28 años y ya con un hijose puso a estudiar Arte.
El año pasado Lust recibió en el Festival de Cómic de Erlangen el Premio ICOM al Mejor cómic independiente, y éste los premios Artemisa y el Premio Revelación en el Festival de Cómic de Angouleme.
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