Suelo aprovechar las vacaciones veraniegas para dedicarme encantadores maratones de series que no me da tiempo a ver durante el año. Así me puse al día con Lost cuando iban por la tercera temporada (sí, lo confieso, la comencé tarde), o rellené los huecos en la memoria que tenía de la mítica Enano Rojo (que por cierto, regresa próximmente con su 10ª temporada). Y, desde la segunda temporada, ha sido siempre la época del año en la que veo Dexter.
Carita de ángel y alma de psicópata, ¿quién se puede resistir?
Este año no ha sido una excepción, y he dedicado 3 días casi enteros al psicópata más entrañable y difícil de todo mi calendario seriéfilo. Tres días en los que podía haber hecho “algo mucho más peligroso, como emparejar mis calcetines” (Charles Dance dixit, que él ya era duro antes de ser un Lannister). El problema con Dexter es que en 6 temporadas ha sido como una montaña rusa, con capítulos y temporadas absolutamente memorables y otras dignas de ser relegadas al olvido. Y la sexta lo fue. A un argumento llevado al extremo se le unió el desastre de complicar en exceso la psicología de los personajes, y retorcer sus relaciones hasta hacerlo todo completamente increíble. Vamos, que si hubiera tenido un final como Los Serrano igual no me habría molestado tanto. Afortunadamente el trailer de la séptima promete volver a los orígenes, pero en mejor.
Y con esa decepción en la boca, solo me he sentido de humor para darme atracones de programas de cocina. De todo tipo, estilo, nacionalidad y público objetivo. Desde Cupcake wars (donde los chefs preparan versiones temáticas de este delicioso postre. Que aunque sean magdalenas con frosting siguen estando buenas) a Hell’s Kitchen (donde 18 chefs compiten como en un Gran Hermano culinario por un puesto de jefe de cocina en el próximo restaurante de Gordon Ramsay) y pasando por Ace of Cakes, en el que la gente de Charm City Cakes, en Baltimore, preparan decenas de tartas de lo más curiosas cada semana. Me he convertido en una enganchada de estos programas, y solo me consuela de que su final esté cerca el saber que para cuando eso llegue, empezaremos con la nueva temporada de series, que viene pisando fuerte (aunque de momento de lo que he visto solo me ha convencido para darle otra oportunidad Go on, que Animal Practice me parece terrorífica de mala).
Otro que alterna la cara de bueno con los gritos
Pero de todo lo que he visto este verano destaco dos series por méritos propios. Por un lado, Continuum, una apuesta canadiense por la ciencia ficción que, aunque durante buena parte de su temporada optó por lo procedimental, no tuvo miedo a lanzarse a la piscina de un género minoritario y dominado por Fringe. Una sorpresa porque cuando me enfrenté al piloto no esperaba nada de nada, pero que consiguió engancharme lo suficiente.
Por el otro, mi verano ha estado definido por el regreso de Aaron Sorkin a la actualidad televisiva en la ficción y en la vida real. El 11 de septiembre (menuda puntería) Canal + estrena The Newsroom en España, y con la serie recién terminada en Estados Unidos (la season finale se emitió el domingo 26 de agosto), no puedo evitar recomendarla por 5 razones:
1) Es una carta de amor al periodismo bien hecho, al idealismo y a la búsqueda de la excelencia profesional.
2) Porque Sloan se convierte en un personaje capaz de resucitar un capítulo aburrido o poco interesante con pocas frases.
3) Porque se ve la mano de Sorkin en todo y se puede apreciar su evolución desde Sports Night.
4) Porque después de cada capítulo yo pensaba: “quiero trabajar ahí”.
5) Por Neal y su bigfoot, Maggie y su xanax, Jim y Sexo en Nueva York, Don y las flores… Y, sobre todo, por la gran redacción que forman todos juntos.
Cuando las miradas valen más que mil guiones
Y ya que estamos con recomendaciones:
1) A los que vieran Black Mirror en Cuatro: volved a verla, pero esta vez en el orden correcto.
2) Si te gustan las policiacas al estilo CSI, o si las odias, dale una oportunidad a A Touch of Cloth. Dos capítulos de 42 minutos llenos de humor y mala leche.
Y en breve, más noticias sobre los regresos y los estrenos más esperados.
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