El griego Yorgos Lanthimos es uno de los cineastas más originales de este siglo. Ha creado un imaginario cinematográfico propio, constituido de encuadres aberrantes, diálogos recitados con marcada impostación y alegorías sociales de notable complejidad. El suyo es un cine del absurdo, de marcada inspiración beckettiana. Ha rodado en Estados Unidos sin que su voz fuera distorsionada por las exigencias de los estudios y con su última película ha rozado la cumbre en Cannes, alzándose con el premio al mejor Guion. La película, El sacrificio de un ciervo sagrado, se estrena este viernes en España (pueden leer aquí la crítica).
En este vídeo, en el que habla del set up de su anterior película, Langosta, Lanthimos demuestra cuánto es fiel a su visión de una historia cuando llega el momento de ponerla en escena:
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