Urnas de Sol a Wall Street
Las propuestas del 15-M no hallan eco en los programas de los grandes partidos
Tres mil personas se manifestaron en Madrid a seis días para la jornada de reflexión.
Sylvain Cherkaoui Madrid
Imagine que de repente le acusan de asesinato. Usted no ha hecho nada, y sin embargo es tan responsable como el que vendió el arma en el que apretó el gatillo, y tanto como el que ocultó el cadáver. Es más, la condena se reparte entre todo hijo de vecino y todos cumplimos algúndía de cárcel. Suena descabellado.
Cambien ahora el asesinato por una enorme crisis, de millones de despidos y empresas cerradas. Por una alegría hipotecaria que prodiga deudas familiares con complicidad política. El desastre ocurre mientras usted iba y venía del trabajo, cuando lo tenía. Y, sin responsabilidad directa en el pufo económico, termina usted pagándolo con recortes en sanidad y educación, con subidas del IVA, de los carburantes, rebajas de pensiones y pérdida de derechos. ¿Por qué ya no parece tan inverosímil como el reparto del crimen?
Frente a esta democratización de la responsabilidad en los desmanes económicos, hay quien demanda que cada palo aguante su vela. Entre parte del electorado, los indignados, el 15-M, cunde el ejemplo de Islandia. La isla inició en junio un juicio contra su ex primer ministro por convertir una convivencia utópica en un país de familias que de repente debían 50.000 euros para salvar a sus bancos quebrados. El proceso se admira desde la madrileña Puerta del Sol al Wall Street neoyorquino. El agotamiento del modelo trasciende las fronteras, pero tiene lecturas nacionales propias, similares a la islandesa.
Han pasado seis meses desde que las plazas españolas empezaron a acoger indignados. En este tiempo, las asambleas populares se han multiplicado y organizado, geográfica y temáticamente. El Movimiento ha logrado objetivos. Conciencias removidas exigen responsabilidades. “Esta crisis no la pagamos” y “No nos representan” son dos de las frases más coreadas en sus manifestaciones. Ambas representan conceptos sobre los que se ha cimentado el 15-M: la modificación de la ley electoral, favoreciendo el bipartidismo y la ausencia de pluralidad; también la transparencia política, que condene y castigue la corrupción y que rinda cuentas ante el electorado informando sobre sí misma. Es decir, “la exigencia efectiva de una responsabilidad política”, señalan. Esto garantiza “un estado de participación permanente”, más allá del depósito del voto. También piden protección ante los mercados y el capital, que parecen engullir países sin freno ni defensa posible.
Las propuestas cuentan con un amplio consenso. Sin embargo, no tienen reflejo en los programas de los principales partidos. De hecho, el Movimiento no recibió ni un solo guiño en los debates electorales. No obstante, el 15-M tiene, a pesar de las prohibiciones de la Junta Electoral, su propia agenda de campaña. El sábado sacaron sus propias urnas a la calle para recoger propuestas ciudadanas por un cambio de modelo.Era el preámbulo de la manifestación convocada ayer a nivel nacional para sobre todo, reflexionar sobre el modelo político y las alternativas que encontraremos el domingo en los colegios electorales. “Es una forma crítica de tratar a los políticos, yo exijo explicaciones”, comentaba ayer un joven en la manifestación de Madrid, que reunió a unas 3.000 personas.
El dedo acusador está sobre los dos grandes partidos, que son uno en el 15-M, el PPSOE.
Así es el modelo
1 Lo público sobre la privatización de los servicios como el agua, la sanidad o la enseñanza.
2 Una democracia fuerte frente a los mercados, la banca y las multinacionales. Reparto de los impuestos en función de las rentas. “No es justo que se ahogue la economía de todos para premiar a aquellos que han causado la crisis”, demandan los indignados.
3 La vivienda y los problemas no ya de acceso, sino de mantenimiento de los hogares, también centran las demandas. Piden el alquiler social de las viviendas vacías y moratorias en los desahucios ejecutados por no poder pagar hipotecas. También la penalización de viviendas vacías y limitar el endeudamiento.
Propuestas para una ‘democracia real’
Ley Electoral. Cambio
La cuestión de la representación es capital en la política del 15-M. Proponen la “reforma de la Ley Electoral para que las listas sean abiertas y con circunscripción única”, según las actas de Sol. “La obtención de escaños debe ser proporcional al número de votos”, favoreciendo a partidos minoritarios.
Mercados. Control
El ente conocido como los mercados desbarata las políticas económicas un día sí y otro también. Llaman al “endurecimiento de los controles sobre entidades y operaciones financieras para evitar posibles abusos”. También piden nacionalizar los bancos y cajas rescatados con dinero público.
Corrupción. Castigo
Los casos de corrupción de cargos electos están en el punto de mira del 15-M. Exigen listas limpias de condenados e imputados y además piden sanciones en caso de que se incumplan los programas electorales. También demandan una formación reglada mínima de los representantes.
Comentarios recientes