Una victoria oportuna
La Ponferradina logra el triunfo ante el Deportivo B con buen juego y dos goles de De Paula
Javier Santiago Ponferrada
En el fútbol, lo anormal suele ser muchas veces lo normal. Cuando hace falta cordura, triunfa la sinrazón. Cuando es necesaria la calma, se imponen los nervios. Cuando se roza la gloria, asoma el fracaso. Pero de vez en cuando, como ayer, ocurre lo oportuno, lo que hacía falta. Ciertamente, el fútbol es grande por su capacidad para que surja lo inesperado, pero bendita tranquilidad cuando se logra una victoria necesaria y terapéutica como la que ayer consiguió la Deportiva.
Tras el excesivo trompazo de Pontevedra, el equipo y la afición ansiaban volver cuanto antes a lo lógico. Después de varias jornadas torcidas y grises, la Ponferradina encontró lo que quería, un triunfo relativamente plácido ante el Deportivo B. Además, lo alcanzó mostrando cierta comodidad con su juego y detalles para devolver la confianza a quien la hubiera perdido. Lo justo para esperar que a partir de ahora empiece lo bueno y desaparezcan los titubeos.
La victoria era imprescindible y por encima de eso no hay nada. Pero, además, llegó rodeada de otras noticias positivas. Por ejemplo, los goles de De Paula. La Ponferradina necesita a su ariete inspirado y con el gatillo tan fácil, letal y atinado como siempre.Los dos tantos que logró inauguran las muescas de este año en su revólver y deben servir para abrir el camino a muchos más.
Ambos llegaron a balón parado, con lo que el equipo se congracia con un arma decisiva en esta categoríaque el equipo tiene que aprovechar al máximo. El primero nació en un córner que lanzó Fran, que ante el Deportivo B se lució como el tremendo futbolista que es, derrochando ganas, encarando con valentía y generando peligro con decisión. La pelota nació en su pie y De Paula, agazapado, se lanzó a cazarla y a enviarla a la portería con un remate de libro de texto.
El segundo brotó de nuevo desde la esquina, esta vez con un balón enviado por Ernesto, envenenado por Fran y rematado de nuevo por el ariete, esta vez de forma más heterodoxa. Con ellos, el equipo se fue al descanso con los deberes hechos y olvidando dos buenas ocasiones del Deportivo B que hubieran podido atizar los nervios.
En el resto de tiempo, el equipo pudo engordar el resultado, pero se limitó a congraciarse con su juego y a regalar chispazos a la grada, suficiente para que el optimismo vuelva a ser su estado natural.
Comentarios recientes