Una tarta con cien velas
Josefa Cabello celebró su centenario junto a su familia y vecinos
Laura A. Oria Villoria de Órbigo
Como una novia el día de su boda, Josefa Cabello Guerra entraba en la iglesia de Villoria de Órbigo hace unas semanas, dejando tras de sí el tradicional ‘ramaje’ que cubría la puerta. Sin embargo, no era un compromiso matrimonial lo que iba a celebrar, eso quedó ya muy atrás, sino que el merecidomotivo de este festejo era su cumpleaños, concretamente su onomástica número cien.
Un 27 de junio de 1908 llegaba al mundo Josefa, un acontecimiento del que ninguno de los vecinos de todo el municipio de Villarejo de Órbigo, al que pertenece el pueblo natal de la cumpleañera, fue testigo siendo éste un gran orgullo para ella que, desde hace días recuerda a todo el que la visita que es la más mayor del lugar. Desde aquel día vivió y creció sin abandonar sus raíces dedicándose durante toda su vida al campo. Este le permitió sacar adelante a una familia, con nada más y nada menos que cuatro hijos. Sin baches ni bendiciones importantes que reseñar a lo largo de su vida, disfrutó de la misma junto a su marido hasta hace 33 años cuando éste falleció. Con la ayuda y el cariño de los suyos, Josefa siguió adelante viendo nacer a sus siete nietos y seis biznietos, valiéndose por sí misma hasta los 98 años, momento en el que dejó de vivir sola para dejarse ayudar por uno de sus hijos.
Pese a un pequeño ‘achuchón’, propio de la edad, que le sobrevino en febrero la salud de Josefa le ha permitido soplar 100 velas, un acontecimiento que esperaban impacientemente en el pueblo, ya que sabían que en algún momento tenía que llegar puesto que a una de las hermanas de la homenajeada tan sólo le faltaron 2 años para poder hacerlo, lo que asentó un esperanzador precedente.
Por todos esos motivos, la localidad de Villoria de Órbigo vivió una jornada muy especial que comenzaba con el acompañamiento musical que La Barbacana le hizo camino de la iglesia, donde le esperaban una multitud de vecinos que no pudieron evitar recibirla con grandes aplausos. Tras ello tuvo lugar una misa en su nombre, al término de la cual ni el presidente de la junta vecinal ni el alcalde del municipio quisieron perder la ocasión de dedicar unas emotivas palabras a Josefa. Después, ambos le hicieron entrega de una placa conmemorativa, un diploma y un ramo de flores.
Con el objetivo de hacer partícipes a todos los vecinos y allegados de este centenario, el primero que se celebra en Villoria, la familia convidó a todos ellos a un vino español así como a café y dulces, tras la celebración de la comida familiar que tuvo lugar en uno de los bares del pueblo. Con todo ello, la fiesta se alargó durante toda la tarde, congregando a un gran número de amigos que no quisieron faltar al 100 cumpleaños de Josefa Cabello.
Comentarios recientes