Una gloria mundial de la danza llega al Auditorio
El Ballet de Ángel Corella, uno de los mejores bailarines del momento, actúa hoy y mañana
L. Castellanos León
Ángel Corella es uno de los mejores bailarines del mundo. Así lo atestigua su brillante palmarés en el que destacan premios de la entidad del Benois de la Dance, considerado como el Oscar de la danza, el Gran Premio y la Medalla de Oro del Concurso Internacional de París y el Nacional de Danza y trabajos para el American Ballet Theatre, del que fue bailarín principal, el Royal Ballet de Londres, el Kirov o Ballet de San Petersburgo, entre otras compañías de prestigio internacional. A pesar de tener abiertas las puertas de cualquier elenco, Corella ha decidido regresar a España y formar su propia compañía, el Corella Ballet, que ha establecido su sede en la localidad segoviana de La Granja de San Ildefonso y suscrito un acuerdo de patrocinio con la Junta de Castilla y León, convirtiéndose de esta manera en la única formación de danza clásica que existe ahora mismo en España. “Aquíhay muchísima afición a la danza, y esto se ve porque los teatros se llenan cada vez que viene una compañía extranjera a actuar. El problema es que hasta ahora no había habido producto”, comentó el bailarín madrileño el pasado viernes durante la presentación de la gira que emprenderá su ballet por toda Castilla y León yque hoy y mañana recalará en el Auditorio de León (las funciones comenzarán a las 21 horas).
15 euros valdrá la entrada para disfrutar de las tres coreografías que el Corella Ballet Castilla y León pondrá en escena en tierras leonesas y que llevan la firma de tres coreógrafos de indiscutible prestigio. En dos de ellas, incluso, se anuncia la participación del propio Corella, si bien alternando su presencia sobre el escenario con otro artista.“Son tres coreografías de tres de los mejores coreógrafos que existen, por lo que el producto es de máxima calidad”.
Los 50 bailarines, de 13 nacionalidades diferentes, que forman actualmente el Corella Ballet son el fruto de un exhaustivo proceso de selección al que optaron unas mil personas. La idea de Corella es mantener una compañía estable con capacidad para actuar en todo el mundo, afrontar todo tipo de coreografías, ofrecer oportunidades a los bailarines españoles para evitar su ‘exilio’ y promover la danza clásica en España. “No sólo se trata de intentar formar una nueva generación de bailarines, sino también de espectadores”, ha apuntado Corella.
Las actuaciones de hoy y mañana en el Auditorio de León, las primeras de la singladura del ballet por Castilla y León, se iniciarán con la puesta en escena de ‘Bruch Violin Concierto nº 1’, una coreografía de Clark Tippet con música de Max Bruch (Concerto nº 1 en sol menor para violín, op.26) creada para el American Ballet Theatre, al igual que las otras dos creaciones que integran el programa. Se trata de un trabajo de carácter neoclásico, realizado para 7 bailarines principales y 16 más de cuerpo de baile, que combina escrituras de dramática delicadeza, complejas pautas y duetos atléticamente espectaculares. “Mi inspiraciónprocede de las vidas de mis amigos, de las obras musicales que me impresionan y demi interéspor explorar las cualidades y las habilidades distintivas de los bailarines de ballet que admiro”, ha dicho Tippeta propósito de las particularidades de su obra.
La segunda coreografía, ‘Clear’, de Stanton Welch y con música de Bach, contará con la presencia de Angel Corella sobre el escenario (o en su sustitución de Iain MacKay), que fue uno de los bailarines que participaron en su estreno en 2001 en Nueva York. Nacida tras los atentados del 11-S, esta obra posee una apariencia contemporánea que destaca por el carácter explosivo de su danza y la vehemencia exhibida por los bailarines masculinos.
Se cerrará la propuesta, estrenada el pasado mes de julio en La Granja y con Corella sobre el escenario (o el citado MacKay), con ‘InThe Upper Room’, cuya partitura fue concebida por Philip Glass sin mucho convencimiento cuando requirió sus servicios Twyla Tharp. Los colores en blanco y rojo del vestuario de Norma Kamali dotan de carácter toda la función, en la que intervienen tres parejas y dos bailarinas y donde se muestran elementos que representan tanto la desesperación como la ternura. “En esta obra, Tharp sacó el ballet del formato obsoleto del siglo XIX y lo transportó hacia el mundo moderno”, dijo el reputadísimo compositor Philip Glass.
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