Una forma distinta de disfrutar el golf y la naturaleza
El campo rústico de Quintana del Monte cambia la manera de ver el golf
César F. Buitrón León
Hay muchos falsos mitos que rodean el deporte. Uno de ellos es ése que dice que el golf es un deporte caro. Quizás lo sea si lo que se quiere es jugar en un club de golf selecto, sólo al alcance de unos pocos bolsillos privilegiados y se quiere jugar con unos palos de una determinada marca que, además, son los que usó Tiger Woods para ganar su últimos Máster de Augusta. Pero hay otras formas de entender un deporte como el golf que la hacen asequible a todos los bolsillos y lo ponen al alcance de todos los aficionados. Desde hace años están ‘floreciendo’ por toda España campos rústicos. León no iba a ser una excepción. Hay varios, pero uno de los más singulares, por su gestación y el paraje en el que está situado es el de Quintana del Monte.
La idea surgió hace un par de años del padre Nano, un Agustino del pueblo que lleva media vida en Bilbao. El padre Nano tenía una sobrina aficionada al golf y animó a unos cuantos de su pueblo a acondicionar cinco hoyos en los que empezar a jugar.
Aquello empezó a cuajar porque además de su sobrina empezaron a animarse otras personas del pueblo que nunca habían cogido en su mano un palo de golf y que superados los 60 años se iniciaban en un deporte que les fue enganchando de tal manera que el año siguiente ampliaron el campo hasta los nueve hoyos. Esa ampliación coincidió con un boom que sorprendió hasta a los impulsores del campo de Quintana del Monteque consiguieron completar los 18 hoyos que cualquier aficionado puede disfrutar libremente hoy en día.
De hecho, lo que en principio era un punto de diversión para una docena de vecinos de Quintana del Monte, fue ampliando el número de jugadores, primero a vecinos de los pueblos de ayuntamiento de Valdepolo y ahora también a jugadores federados que juegan habitualmente en León y que se acercan a Quintana del Monte para disfrutar de otra manera de su deporte, como Asunción, que juega en todos los campos de la provincia y que reconoce disfrutar como en pocos sitios en Quintana del Monte. “Soy socia de los dos campos que hay en León y cuando aquí haya socios, me haré también. Está claro que no tiene nada que ver jugar aquí a hacerlo en el León Club de Golf. Allí hay unas grandes instalaciones, perfectamente cuidadas y aquí es como si estuvieras jugando siempre fuera de la calle, pero se disfruta igualmente. Coincides con gente sana que se ha enganchado a este deporte y que antes estaban toda la tarde en el bar y ahora la pasan al aire libre y haciendo ejercicio que es muy importante”.
Una idea que corrobora Pablo de Quintana. “Jugábamos a las cartas y las dejamos para empezar a jugar al golf, así que en eso salimos ganando “, asegura uno de los jugadores asiduos del campo del Ayuntamiento de Valdepolo que recuerda “cuando empezamos a jugar lo hacíamos con palos de madera, de raíz”, señalaba Javier Quintana, otro de los jugadores.
Comentarios de gente que no conocía el golf y ahora están cautivados por este deporte. Y es que han visto la realidad de un deporte diferente que desconocían. “Yo cuando me contaron que estaban haciendo un campo en el pueblo dije que era un deporte de maricones. Eso fue al principio del verano y en septiembre estaba enganchado como el que más. Ahora tengo de juegos de palos, juegoaquí, en Villanueva del Árbol y en Villapadierna”, remata Nacho.
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