Una buena política industrial
Con la que está cayendo, y sin conocer aún el alcance final de la crisis económica, la noticia de que los polígonos del alfoz de León crearán más de 3.500 empleos en los próximos dos años supone una inyección de moral. León, por su situación geográfica, se está convirtiendo en un polo de atracción para nuevos proyectos industriales. Aquella imagen de la primera fase de Onzonilla, con tantos retrasos y problemas, ha dado paso a un nuevo mapa de polígonos industriales donde la construcción de nuevas naves y fábricas es constante. Vestas, en Villadangos, Syva, en el Parque Tecnológico, o Inditex en la segunda fase de Onzonilla están generando muchos puestos de trabajo, sin olvidar el empuje de los polígonos de Trobajo del Camino o Villaquilambre. Parece claro, por tanto, que lo acertado de la política de empleo era crear zonas industriales con buenas comunicaciones y servicios. León no debe conformarse con ser una ciudad de servicios sino apostar claramente por convertirse en uno de los ejes industriales del noroeste de España. La llegada de los proyectos antes citados, y otros que aún deben concretarse como la segunda fase de Inditex o el centro logístico de Mercadona, son una oportunidad para León. El Parque Tecnológico, en ese sentido, debe convertirse en un punto de referencia para proyectos singulares y de vanguardia. En ese escenario, y con una tupida red de polígonos que no sean competitivos entre sí, León tiene posibilidades de encarar los próximos años con optimismo. Y, sobre todo, prepararse para que una vez superada esta crisis, la ciudad y la provincia estén en igualdad de condiciones que otros territorios para aprovechar los buenos tiempos, algo en lo que hasta ahora partía en desventaja.
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