El fallo mecánico inhabilitó la aeronave y se dispuso otro avión

F. F. M. León
Cerca de 50 pasajeros se vieron ayer afectados por una avería mecánica en el avión,propiedad de Lagunair, que les tenía que llevar a Ibiza. El segundo avión que se utilizó para el trayecto despegó a las nueve de la noche.
El vuelo debería haber salido del aeropuerto leonés a las 11:10 horas del mediodía para llegar al aeródromo ibicenco alrededor de las 12:25 horas. Sin embargo, los problemas en la aeronave impidieron que se produjera la salida y los responsables de la compañía tuvieron que improvisar una solución. En un principio se barajó la posibilidad de que el vuelo se hiciera desde Valladolid pero, según la compañía aérea, en el aeropuerto de Villanubla no había tampoco ningún avión de Lagunair disponible. La única solución para efectuar el vuelo se programó para las 21:00 horas, tan pronto como la empresa pudo disponer de algún avión.
Los pasajeros, entre los que se encontraban niños decorta edad, ya ocupaban sus asientos cuando la incidencia mecánica obligó a bajar al pasaje a tierra. En un principio la solución de llevar a cabo el viaje a Valladolid, y partir desde allí, fue acatada bien por los pasajeros. El descontento general llegó cuando Lagunair les comunicó que la única opción que tenían era llevar a cabo el vuelo a las 21:00 desde León. Muchos de los pasajeros venían desde localidades del Bierzo, Asturias o Galicia y se vieron condenados a esperar en el aeropuerto las 10 horas del retraso en uno de los días más calurosos del verano.
Entre los pasajeros se lamentaba que ningún responsable ejecutivo de Lagunair les habilitara un espacio para depositar sus equipajes y que tan sólo pudieran dirigir sus quejas a las azafatas de la oficina que la compañía tiene en la terminal, ya que ellas poco podían informarles acerca de las soluciones que se pudieran encontrar. A los pasajeros que se mantuvieron en el aeropuerto, Lagunair les facilitó unos vales para canjear por menús en el restaurante de la terminal del aeropuerto.
El mayor temor de los pasajeros afectados era la posibilidad de una nueva cancelación del vuelo de las 21:00, fuera por lo que fuera, y trastocara del todo sus vacaciones ya alteradas. Cosa que al final no tuvieron que lamentar.
Por otra parte, la avería en este vuelo no afectó a al resto de las actividades del día de la compañía, ya que el vuelo de las 15:40 con destino a Menorca no vio alterado su horario establecido.