Los arqueólogos recuperan, no obstante, huesos de un paseado

Diana Martínez Magaz de Abajo
Los arqueólogos que trabajan en la exhumación de la fosa de la Guerra Civil que la Asociación Para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) está abriendo en Magaz de Abajo, se toparon ayer con la dificultad de que una acequia de riego ha podido alterar los restos donde yacen bien seis, bien siete paseados republicanos de la contienda bélica del 36.
Las tareas de exhumación se paralizarán durante la jornada de hoy domingo y se reanudarán en la mañana del lunes día 28, de nuevo con la máquina retroexcavadora que está haciendo la labor de destierre debido a la profundidad a la que están enterrados los cuerpos.
Durante la jornada de ayer,el vicepresidente de la ARMH, Santiago Macías, pudo entrevistarse con varios familiares más de los posibles enterrados en esa fosa, ubicada justo al lado de la carretera que une Camponaraya con Cacabelos, en una finca particular.
De sus conservaciones, la ARMH ha podidoobtener la identidad de los enterrados, si bien faltanpor investigar algunos detalles y queda abierta la posibilidad de hallar restos de más personas de las que hasta el momento no había demasiados datos. “Aunque ha sido una operación relámpago, nos queda investigar algunas cosas, peroya tenemos las identidades de casi todos”. “Ahora hay que ver si podemos excavar hasta el tubo y ver si la acequia atraviesa la fosa por la mitad y la ha alterado mucho”, explicó Macías.
Hasta el momento les han hablado de que en la fosa se encuentran enterradosRamón López Alba, Joaquín Rodríguez Fernández, María Álvarez López ‘El poeta’, Manuel Martínez Alba, otro varón apellidado Rubio y un joven don algún tipo de invalidez al que mataron como represalia por la huida de sus hermanos.
Todos ellos eran vecinos de Cacabelos asesinados por la Falange el 28 de octubre de 1936, posiblemente sacados de sus casas, aunque también existe la posibilidad de que hubieran estado retenidos en dependencias de Cacabelos horas antes.