El alcalde de León, Francisco Fernández presentó hace sólo unas semanas a los vecinos afectados las tres posibles soluciones para poner fin a los atascos en el cruce de Michaisa. Este estudio concluyó que la solución idónea es el soterramiento del tráfico a lo largo de un tramo de 400 metros en el eje este-oeste del cruce, es decir, el formado por las avenidas Fernández Ladreda y de Portugal (N-120), que soporta el 40% del tránsito total de la intersección (más de 53.000 vehículos al día). La obra supondrá la depresión únicamente de dos carriles para no perjudicar la circulación en superficie y mantener todas las vías de servicio y accesos a las calles colindantes. El presupuesto inicial es de seis millones de euros, cofinanciados por el Ministerio de Fomento, la Junta de Castilla y León y el propio Ayuntamiento de León. El proyecto permitirá revitalizar el barrio y dar solución a uno de los accesos más demandados y con más tráfico de León. Esta solución no es nueva. El anterior equipo de gobierno municipal, encabezado por Mario Amilivia, remitió al Ministerio de Fomento en diciembre de 2006 un informe que apostaba por esta opción. Sin embargo, socialistas y leonesistas encargaron un año más tarde un estudio informativo para la elaboración de este nuevo proyecto.