Un ruedo con manga sanitaria
No hay fiesta que se precie sin espectáculos taurinos. Así lo debieron entender siempre nuestros ancestros que, a la menor oportunidad, levantaban talanqueras para configurar un espacio en el que soltar la res y disfrutar con su juego y lidia.
Resulta difícil encontrar un pueblo de la comarca mirobrigense en el que el elemento taurino no haya sido o sea consustancial a la fiesta, pese a las crecientes dificultades para organizar este tipo de espectáculos.
En ese conjunto está Saelices el Chico –oficialmente, parece haber perdido la hache intercalada de la toponimia etimológica–, que poco a poco, manteniendo la tradición, ha conciliado el espectáculo taurino tradicional con las necesidades ganaderas construyendo las pertinentes instalaciones: una plaza de toros que la mayor parte del ańo se utiliza como manga sanitaria.
Estructura
Los vecinos de Saelices el Chico, como los de la mayoría de la comarca rodericense y, por extensión, de la provincia salmantina, concebían los espectáculos taurinos como algo natural, consustancial a la fiesta. Cuando había que celebrar al patrono –en el municipio se festeja la Santa Cruz, en mayo, y a San Benito, en agosto–, se reunían carros y remolques y se cerraba un coso en el que se capeaban, para la diversión general, las reses, casi siempre vaquillas.
La tradición se mantuvo en el pueblo hasta hace relativamente poco, tan sólo una década. Una de las corporaciones que presidió Francisco Bernal, hablamos del ańos 1995, decidió construir una plaza de toros que sirviera además de manga sanitaria para favorecer el saneamiento de las reses.
Se buscó el lugar apropiado, las antiguas eras del pueblo, en el extrarradio urbano, un terreno municipal que ha ido acogiendo otro tipo de instalaciones. Se cerró el ruedo y se construyó la manga sanitaria en una primera fase, obra que se encomendó a la empresa mirobrigense Construcciones Antusán.
La plaza ya tenía forma y capacidad para albergar los espectáculos taurinos programados en las fiestas patronales. Pero faltaban algunas instalaciones, como las gradas, cuya ejecución material se prolongó en varias fases constructivas, ya utilizando otras fórmulas para realizar los trabajos, recurriendo a la actuación directa del ayuntamiento en el desarrollo de las obras.
En dos ańos, en 1997, ya estaba rematada la plaza de toros, de forma circular y con un diámetro en el ruedo de 25 metros. Se construyeron cuatro filas de gradas, capaces de dar cabida a unas 2.000 personas, y se amplió convenientemente la manga sanitaria, servicio que permite utilizar más asiduamente estas instalaciones, obteniendo un buen rendimiento ganadero.
La coso taurino de Saelices el Chico no fue inaugurado oficialmente. Su estreno se realizó en agosto de 1997 con un espectáculo mixto, actuando los rejoneadores Joao Moura y Curro Bedoya y el matador Tomás Campuzano.
En las fiestas de Santa Cruz y las de San Benito –éste se celebra el 9 de agosto–, es frecuente encontrar en la programación algún tipo de espectáculos taurinos. Ultimamente, por los costosos requisitos para organizar novilladas o festivales, el programa se cińe a las capeas de vaquillas, pero al manos se mantiene viva una tradición que en otros pueblos va desapareciendo.
Fecha de inauguración:
Se estrenó en 1997, con un espectáculo mixto en el que intervinieron Joao Moura, Curro Bedoya y Tomás Campuzano.
Aforo:
Alrededor de 2.000 personas.
Ubicación:
Se levanta en el paraje conocido como Las Eras.
Festejos:
Se utiliza en las fiestas de Santa Cruz y San Benito.
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