José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy celebraron este lunes su segundo y definitivo debate en televisión sin que del resultado se pueda extraer la conclusión de que uno de los dos se impuso con claridad.

Fue un debate más aburrido que el primero pese a que los candidatos estuvieron más relajados y a que corrigieron algunos de los errores cometidos siete días atrás. Zapatero aprovechó la ocasión para presentar su programa, mientras que Rajoy, que a esto dedicó poco tiempo, estuvo brillante en las réplicas al presidente del Gobierno. Se podría decir que el líder del PP ganó por la mínima pese a que la mayor parte del debate lo dedicó a desacreditar la gestión del rival sin presentar una verdadera alternativa.

Zapatero estuvo algo más vivo en las formas que en el primer debate, pero le faltó brillantez a la hora de responder a su rival. Estuvo mejor maquillado e interrumpió menos, pero fracasó estrepitosamente enseñando gráficos que apenas podían verse.

Rajoy, por su parte, corrigió sus errores del primer debate. Se presentó mejor vestido, con un traje a la medida y más oscuro. Prescindió de su aparatoso reloj y cambió de bolígrafo para no hacer ruido. Además, aguantó mejor sus tics mientras escuchaba a Zapatero, distrajo menos los ojos al mirar a cámara, serenó su discurso y dio menos la sensación de estar recitando de memoria sus intervenciones. Eso sí, esta vez utilizó un clip para contener sus nervios y no tuvo reparos en tirar los papeles por el suelo al terminar de utilizarlos.

En el plano de los contenidos, Rajoy estuvo ágil en las réplicas al presidente del Gobierno, pero se pasó de despectivo insistiendo una y otra vez en que Zapatero “ha mentido”, “no ha hecho nada”, “no se entera de nada” y ”no tiene ninguna idea”. Además, apenas explicó su programa electoral y se enredó con temas como la guerra de Irak.

En resumen, Rajoy mejoró mucho respecto al primer día mientras que Zapatero estuvo algo más espeso en su discurso y erró con los gráficos. Y quizás el hecho de terminar todas las intervenciones benefició algo al líder del PP. Lo peor: la insistencia de ambos en la primera pregunta que hizo Rajoy en el Congreso de los Diputados. ¿A alguien le interesa semejante chorrada?

En cualquier caso, el resultado de los debates no parece que vaya a ser definitivo para las elecciones debido a que ninguno de los dos ha caído derrotado por KO. Eso sí, el hecho de que Rajoy no se haya impuesto con claridad en televisión le aleja de La Moncloa porque, al ir por detrás en las encuestas, necesitaba una victoria contundente para darle la vuelta a los sondeos con vistas al 9-M.

Por cierto: los sondeos de las televisiones volvieron a dar a Zapatero como ganador claro del debate.
Rompiendo moldes