Un problemón llamado Renault
Esta semana, concretamente mañana, Palencia acoge una reunión trascendental entre el ministro de Industria y el presidente de la Junta. En teoría es para conocer el nuevo Megane, que se construirá en la planta palentina de Renault. Sin embargo, sobre la mesa estará la difícil situación del gigante francés del rombo. Las ventas de coches se caen y con ellas las cadenas de montaje y un sinfín de empresas auxiliares del sector del automóvil. Estamos, por tanto, ante algo más que un pequeño terremoto, como puede ser Lagun Air en León. La crisis puede ser letal para las economías de Valladolid, Burgos y Palencia. La situación es aún más problemática porque en Francia el presidente Sarkozy ya ha negociado con Renault el mantenimiento del empleo en dos fábricas galas. Y eso implica que los despidos tienen que salir de otras fábricas. Todo apunta a que será de la planta de Montaje de Valladolid. La cosa es muy seria y sería bueno que León, en este caso, fuera solidario con Valladolid, sobre todo para darle en los morros –en sentido figurado, claro– al alcalde León de la Riva. León, si pudo, no quiso la Fasa, porque ni tuvo empresarios para poner dinero, como sí los tuvo Valladolid, ni quería dejar de ser una ciudad provinciana. El mal ajeno nunca puede ser motivo de satisfacción y menos en este caso, con un problemón para centenares de familias vallisoletanas, sobre todo. A veces, cuando se fomenta el agravio, no se acuerda uno de cuando truena. Y en Valladolid la tormenta está al caer.
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