Un mendigo encuentra un bebé abandonado en un confesionario
Sucesos como el acontecido ayer en Madrid suenan a película de Navidad, en la que en un principio todo parece tener mal camino, pero que finalmente acaba siendo una bonita historia feliz. El relato comienza con un bebé de unos días de vida y en buen estado de salud, abandonado en una parroquia del centro de la capital, donde lo encontró un indigente tras escuchar el llanto del pequeño, que estaba en el interior de un confesionario. El pequeño, de raza blanca, fue descubierto en la iglesia de Santa Teresa y San José, muy cerca de la Plaza de España, y vestía un pijama, estaba limpio y alimentado.
Comentarios recientes