Un leonesismo que se queda en palabras
El PSOE cerró ayer su XI Congreso Regional. El próximo, que hará el número 12, ya no será regional sino autonómico después de que el nuevo líder socialista, Óscar López, haya asumido el planteamiento hecho desde León de que la Comunidad no es una región sino dos, aunque este reconocimiento no haya pasado de un simbólico juego de palabras, ya que en la nueva Ejecutiva han continuado pesando las organizaciones provinciales. Pese a la satisfacción demostrada en la delegación leonesa por la asunción de sus planteamientos, lo cierto es que el nuevo líder no ha dicho ni una palabra en público sobre el ‘hecho diferencial’ leonés, ni en el discurso del sábado tras ser elegido secretario autonómico, ni ayer en la clausura del congreso. Ni Zapatero tampoco. De hecho, la principal propuesta ‘leonesista’, presentada por Agustín Turiel, quedó sobre la mesa y no se debatió. A los socialistas parece gustarles cada día más el juego semántico. A la crisis no se la llama crisis y ahora el leonesismo es lo que hace el PSOE, aunque después no se traslade a ninguna acción concreta en la organización autonómica más allá de los membretes de la correspondencia. Vistas así las cosas, se puede deducir que todo lo que se ha dicho estos días era más bien una estrategia para lograr poder en la organización autonómica. El PSOE leonés, por primera vez, tiene más representantes que Valladolid en la Ejecutiva, aunque pierde el secretario autonómico, que era un leonés –Villalba– y ahora es un segoviano de adopción –López–. Entre otras cosas, si León gana es porque sube en votos y Valladolid pierde porque baja en respaldo elección tras elección. Por lo demás, del congreso autonómico sale un nuevo líder con ilusión y con el mayor respaldo dado en un congreso autonómico. Óscar López se ha marcado como objetivo las elecciones autonómicas de 2011. León será sin duda clave en ese camino.
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