El viento dificultó las labores de extinción, que duraron 7 horas

Héctor Keudell Castropodame
Efectivos del servicio de extinción de incendios trabajaron ayer durante casi 7 horas para sofocar el fuego que se declaró en el municipio de Castropodame, entre la cabecera municipal y la localidad de Turienzo. Desde las 12.10 del mediodía en que se inició el incendio, las llamas arrasaron más de 300 hectáreas de encina, matorral, monte público y privado y varias propiedades particulares, según declaraciones del alcalde, Julio Anta, a La Crónica. El incendio quedó controlado a las 19.03.
La Junta de Castilla y León declaró el nivel Infocal 1 minutos antes de las 14 horas ante el avance imparable de las llamas por el monte de Castropodame. El incendio se aproximó a escasos 50 metros de algunas viviendas y arrasó una importante superficie tanto pública como privada, entre monte bajo, frutales, dos viñas, incluso a una zona boscosa donde se encontraban dos castaños centenarios. El servicio de extinción de incendios desplazó efectivos procedentes de muy variados puntos del noroeste. Cinco helicópteros procedentes de bases de la provincia, Zamora y Asturias, así como un sexto de coordinación, cuatro Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF), dos de ellas de Tabuyo del Monte, 3 brigadas helitransportadas, 2 bulldozer, 2 autobombas y 4 cuadrillas terrestres, participaron en las labores de extinción, con la participación activa de los bomberos voluntarios de Bembibre desde el inicio del incendio. Los equipos de extinción pudieron controlar parcialmente el avance del fuego hacia Castropodame ya en la mañana, aunque el viento se convirtió en un mal compañero toda vez que facilitó la propagación del fuego hasta en dos ocasiones en dirección Turienzo Castañero. El alcalde de Castropodame, Julio Anta, mostró su convicción de que se trata de un incendio intencionado. “Esto es muy grave porque se juega con la vida de las personas y de todo el pueblo”.