Un histórico en los banquillos
El leonés Luis Cembranos cumplirá su segunda campaña como entrenador del Huracán Z
Jesús Coca León
César, Felipe Miñambres, Juan Carlos, Toño de la Cruz, Marianín, Armando y Luis Cembranos. No es difícil recitar a los leoneses que han sido internacionales con la selección española de fútbol, pues se cuentan con los dedos de las manos. El último que vistió esa, ahora llamada por todos ‘roja’, fue el centrocampista nacido en Suiza, pero criado desde pequeño en León, Luis Cembranos.
Luis era una de las más firmes promesas de la cantera culé, y de hecho Cruyff le hizo debutar con el primer equipo, pero las lesiones de rodilla frenaron su progresión, tanto en el Barça como en el vecino Español, y recaló en Segunda en el Rayo Vallecano. Allí mostró el mejor fútbol de su carrera, lo que le valió para que Camacho le premiara con su debut en la selección un 26 de enero del año 2000 con Polonia como rival.
De aquello hace ya 8 temporadas. Con 36 años, su etapa como jugador ya ha terminado, pero no su vinculación al fútbol. Y es que el Huracán Z le ha dado la oportunidad de debutar en los banquillos dirigiendo a uno de los conjuntos punteros de Tercera, lo que sin duda es un alto escalón desde el que empezar para alguien que sólo había entrenado hasta entonces a un equipo cadete. El resultado en la primera temporada no fue el esperado, ya que el equipo se quedó a las puertas de la liguilla, pero eso no ha minado la confianza del club en Cembranos, que este año intentará quitarse esa espina clavada metiendo al equipo de Trobajo en el ‘playoff’ y haciéndole soñar con el ascenso.
Esta vez ya tendrá un año de experiencia a las espaldas, tras un debut que Luis valora muy positivamente: “La verdad es que ha estado bien, ha sido una experiencia importante en una categoría con muchos condicionantes diferentes a lo que es un nivel más profesional y realmente ha sido muy positiva”. Y es que en poco se parece la Tercera a ese profesionalismo que el leonés estaba acostumbrado a vivir como jugador: “No puedes entrenar mucho porque claro, la gente trabaja y estudia, y hay que compaginar todas esas circunstancias para sacar el máximo rendimiento a una plantilla semiprofesional. No es de dedicación exclusiva y los jugadores tienen otras cosas más importantes que el fútbol en que pensar. Es muy diferente”.
Está claro que todo el mundo comete fallos cuando empieza, pero Luis sabe que el camino es largo y no se arrepiente de nada de lo hecho en su primer año como mister: “No cambiaría nada, ya que de todas las situaciones se puede aprender”.
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