Un futuro ligado al ferrocarril
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dibujó ayer un escenario optimista para el Noroeste de España gracias al impulso del AVE y, en particular, para León, como punto neurálgico de las comunicaciones por ferrocarril hacia Asturias y Galicia. Cuando el tren es competitivo, como lo vuelve a ser con las líneas de alta velocidad –sólo hay que ver lo que está pasando con los trayectos desde Madrid a Barcelona y Sevilla–, es difícil que otro medio de transporte pueda hacerle sombra. Así ocurrió durante décadas durante el siglo pasado hasta que fue superado por las comunicaciones por carretera y después por avión. Gran parte del desarrollo de León se basó entonces en el ferrocarril. Sólo hay que ver cómo la ciudad se expandió y el importe número de trabajadores que tuvo en León la empresa Renfe. La construcción de la Variante de Pajares, considerada la obra pública más importante que se desarrolla en la Unión Europea, marcará en los próximos años un antes y un después en las comunicaciones con Asturias, impulso al que deben sumarse la agilización de los proyectos desde Valladolid y hacia Ponferrada. Entonces sí. Entonces León será un punto estratégico de la alta velocidad como pocas ciudades en España. Pese a las dificultades, el ritmo de los expedientes debe mantenerse para que todos los trayectos estén lo antes posible en ejecución. El AVE es una oportunidad para León, sin olvidar el transporte convencional por ferrocarril para mercancías y líneas semiurbanas. La visita del presidente dejó ayer también una buena sintonía con Juan Vicente Herrera, que se plasmará la próxima semana en una nueva visita presidencial a una obra de la Junta como es el parque tecnológico. En los grandes proyectos no debe haber colores políticos.
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