Este fin de semana murió el expresidente mexicano Miguel de la Madrid. Gobernó México de 1982 a 1988 y, por supuesto, formaba parte del Partido Revolucionario Institucional, que estuvo al frente del país durante 70 años. La muerte del expresidente no da mucho de qué hablar, pero a mí me da un pretexto para empezar a escribir sobre las elecciones presidenciales y legislativas que habrá en mi país en julio de este año.
Miguel de la Madrid
Podríamos decir que con De la Madrid comenzó a gestarse un cambio en la política mexicana. Cuando él gobernaba el PRI -ese dinosaurio enorme- era el partido más importante en México, por no decir que era el único. Cada seis años se realizaban elecciones, pero todos sabían que quien ganaría sería el PRI. La oposición estaba conformada por el PAN y algunos partidos minoritarios y sin mucha representación.
Eso empezó a cambiar cuando De la Madrid estaba en el poder: dentro del PRI había una corriente que quería llevar al partido por un rumbo distinto. Cuando el presidente les negó el acceso a los puestos públicos y a las candidaturas para la elección de 1988 (el presidente decidía en gran medida quién se postulaba para los cargos importantes), una gran parte de esa corriente se fue del PRI y buscó una candidatura por una coalición que crearon los partido minoritarios y de izquierdas.
El candidato presidencial de esa coalición, Cuauhtémoc Cárdenas -hijo de Lázaro Cárdenas, un presidente muy querido en México- ganó las elecciones de 1988. No oficialmente, porque el PRI hizo fraude (nunca se ha comprobado oficialmente, pero todos los mexicanos sabemos que eso sucedió), así que quien fue declarado ganador fue el priista Carlos Salinas de Gortari. Pero ahí empezó el declive del dinosaurio. A partir de entonces la oposición comenzó a ganar más y más elecciones legislativas y estatales (provinciales).
Dos sexenios después, el PRI estaba acabado… en el año 2000 perdió la presidencia, muchos escaños en el Congreso y parecía que estaba a punto de la extinción. Pero 12 años después, está más vivo que nunca y con muchas probabilidades de ganar la presidencia este año.
De eso les hablaré en el siguiente post, lo único que adelantaré es que hay tres candidatos a suceder al actual presidente Felipe Calderón: Enrique Peña Nieto, del PRI; Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional (PAN, actual partido en el Gobierno); y Andrés Manuel López Obrador, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
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