Un corredor unirá las poblaciones de oso para garantizar su futuro
Los ejemplares de León, Palencia, Asturias y Cantabria estarán conectados
L.C. León
El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomares, propone crear dos corredores que permitan poner en contacto a las dos poblaciones de estos ejemplares aisladas en la Cordillera Cantábrica y separadas por 50 kilómetros. El objetivo es reducir la consanguinidad de los osos e incrementar su reducida variabilidad genética sin introducir machos de otros lugares en estas comunidades. En una década podría repoblarse estas zonas para aumentar su permeabilidad y el movimiento de estos mamíferos.
Así se recoge en el ‘Estudio del corredor entre las dos poblaciones cantábricas del oso pardo’ que fue presentado ayer a la sociedad leonesa en presencia del secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, quién puntualizó que el objetivo no es incrementar el número de animales sino garantizar su supervivencia en la Cordillera Cantábrica. Además, añadió que esta iniciativa se desarrollará de acuerdo con los ganaderos, vecinos y ayuntamientos de la zona.
Puxeu como presidente de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente comprometió más ayudas económicas así como el trabajo de agentes del Seprona de la Guardia Civil para retirar trampas, lazos y venenos que amenazan la supervivencia de los osos que tienen que superar barreras arquitectónicas y la deforestación de grandes zonas por la actividad ganadera.
En opinión de los responsables de la Fundación Oso Pardo, la situación de estos mamíferos en los últimos diez años ha mejorado a pesar de que continúa en peligro de extinción. El objetivo del proyecto de conectar a las dos poblaciones ha recibido recientemente una subvención de 1,1 millón de euros con cargo al programa europeo Life+ que se invertirá durante los próximos tres años.
El estudio establece una clara división entre dos pasillos preferentes, con ligeras variantes en cada uno de ellos. El corredor septentrional discurriría por la vertiente asturiana de la Cordillera, gracias a la buena calidad del hábitat en esta zona (por la alta cobertura forestal). El pasillo meridional recorrería la vertiente leonesa, evitan las zonas más altas y próximas al límite interprovincial y atravesando las principales formaciones arboladas en regeneración en los valles subcantábricos.
Este sector de la Cordillera Cantábrica está atravesado por importantes infraestructuras de comunicación como la carretera nacional N-630, la autopista del Huerna, la vía férrea de Pajares y alberga varios núcleos de actividad humana muy impactantes como son las explotaciones mineras o las estaciones de esquí. Sin embargo, el soterramiento de la AP-66 (León-Asturias) así como de parte de las vías del AVE reducen las barreras que tendrían que sortear los osos para desplazarse de zona.
Según el último censo elaborado en 2007, se conservan en la zona occidental de la provincia leonesa, limítrofe con Asturias, 130 osos de los que 18 son hembras reproductoras con crías. Esta población ocupa una superficie de unos 2.800 kilómetros cuadrados. A unos 50 kilómetros de distancia existe otra población, en la zona oriental de León, cercana a Palencia y Cantabria, de 30 ejemplares de estos animales, de los que tan sólo tres son hembras.
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