No era un kamikaze. Fue el alcohol, y no el deseo de matar, el que hizo a un conductor entrar por una salida de la M-40 en sentido contrario, ayer sobre las cuatro de la madrugada. Circuló contra los coches hasta el kilómetro 17 de la vía, donde colisionó en el carril interior contra otro vehículo, informó Emergencias Madrid.

El conductor del coche que recibió el impacto, un taxista de 58 años, murió tras el accidente. Los bomberos del Ayuntamiento tuvieron que excarcelar su cuerpo del amasijo de hierros en que quedó su coche tras el impacto fronto lateral. El Samur trató de reanimarle durante 30 minutos pero no se pudo hacer nada por su vida.

Cuadruplicaba la tasa

El responsable del accidente, de 32 años, cuadruplicaba la tasa de alcohol permitida en sangre, según fuentes de la Guardia Civil, que ahora investiga las imágenes de la incorporación errónea. No estaba herido. Los airbag de su coche saltaron dejándole ileso. Fue detenido por los agentes acusado de un delito contra la seguridad vial y otro de homicidio por imprudencia.

Otros dos vehículos se vieron implicados en el siniestro tratando de evitar el impacto. Sus ocupantes resultaron heridos leves.