Uceda Juan Diego y Tejela tres toreros por la puerta grande
Valencia de Don Juan acogió ayer el primer festejo de estas características
La ya triunfal tarde de toros y, hasta donde puede decirse, histórica corrida goyesca tuvo lugar en la jornada de ayer en la localidad de Valencia de Don Juan.
Buena entrada en el coso coyantino y seis reses desiguales de presentación y comportamiento para los madrileños Uceda Leal y Matías Tejela y el salmantino Juan Diego. Los toros primero, tercero y quinto fueron del hierro de García Tabernero, mientras que los restantes pertenecían a la ganadería de Fernando Peña.
Presidió el festejo el teniente de alcalde José Jiménez, asesorado por José Luis González.
Gran ambiente en la plaza con presencia de solamente algunas peñas y charangas de la localidad, y vistoso colorido en el ruedo con toreros y personal de servicio vistiendo, por primera vez en nuestra provincia, el traje goyesco.
Uceda Leal, primer espada de la tarde, le cortó una oreja al noble toro que abrió plaza, después de muletearlo con gusto y templanza, llevándole largo y adornándose con torería, para finalizar con una estocada desprendida de efecto inmediato, todo lo cual le valió el primer trofeo.
En el cuarto, un toro repetidor y encastado, volvió a engarzar los pases con hondura y verdad, sobre todo con la mano zurda. Mató por arriba y justamente se le concedió otra oreja.
Juan Diego se mostró decidido y firme en el primero de su lote, sometiendo a un toro que no humillaba y medía mucho al torero. Mató de una estocada y también recibió un trofeo. Con el quinto estuvo artista y confiado, con un enemigo mirón y de corto recorrido, al que sacó todo el partido posible para matarle certeramente de una estocada y cortar así una oreja.
Y Matías Tejela,que banderilleó lucidamente al flojo tercero, condujo su embestida con técnica y oficio, sin obligarle y mostrando madurez en un trasteo de buen trazo. Recetó una estocada y, para no ser menos, paseó un trofeo. En el que cerró plaza, que resultó justo de fuerzas, ligó los muletazos en buen terreno, jugando la zurda con solvencia y entrega. Y estocada final, con dos orejas como complemento.
Y como resumen, seis estocadas (una por toro) y siete orejas, con los tres toreros en hombros por la puerta grande del coso coyantino.
La corridaGoyesca resultó muy del agrado del público asistente, que casi llenó la plaza a falta, como queda dicho, de algunas peñas que decidieron no estar presentes en el festejo. Por lo demás, el colorido de los trajes goyescos y el comportamiento de los tres matadores y sus cuadrillas dejaron un grato recuerdo para una corrida como esta, que era la primera vez que tenía lugar en unja plaza leonesa y que, sin duda, quedará escrita en la historia taurina de la Valencia de Don Juan y de la provincia leonesa.
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