Crítica Ahora me ves
La suspensión de la incredulidad es un concepto acuñado por S. T. Coleridge para referirse al contrato tácito que se establece entre narradores y público -lectores, espectadores- para permitir el desarrollo de una narración. Si la audiencia no puede concebir que un personaje vuele, se treletransporte o atraviese las paredes, no es posible que exista un determinado tipo de ficción. En los espectáculos de magos e ilusionistas esta suspensión desafía en directo la lógica y los principios elementales de la física. El público sabe perfectamente que es mentira, que es imposible: sabe que hay truco.
Ahora me ves se ajusta al canon de cine de atracos: cuatro ilusionistas llaman la atención del FBI y la Interpol después de un atraco relacionado con uno de sus números. La sospecha se convierte pronto en certeza, pero no hay prubeas. ¿Dónde está el truco? Acción y entretenimiento sin complejos, reparto de excepción y un giro tan imprevisible y tramposo como el del mejor de los ilusionistas.
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