Los jugadores de Pastor dan la vuelta al marcador frente a Polonia y se llevan los puntos

J. anselmo moreno (efe) / pekín
La selección nacional masculina de balonmano ganó ayer a Polonia en un partido marcado por la meritoria reacción del equipo de Juan Carlos Pastor en la segunda parte, en la que el guardameta del Ciudad Real, José Javier Hombrados, se puso el traje de ‘superhéroe’ para liderar al bloque patrio, que obtuvo su primera victoria en los Juegos Olímpicos.
El preparador utilizó una defensa 5-1, con David Davis avanzado, y también decidió apostar inicialmente por Cristian Malmagro. El joven lateral del Portland fue, junto a Rocas y Entrerríos, de lo mejor del bloque, que llegó a mandar por 6-3.
Sin embargo, la calidad de los lanzadores con los que cuenta Polonia, vigente subcampeón del mundo, permiten a su entrenador, Bogdan Wenta, muchas variantes, y la escuadra reaccionó.
La ‘roja’ acusó las pérdidas de balón y la falta de fluidez de Raúl Entrerríos, y Pastor se vio obligado a tratar de cortar el ritmo de sus rivales con un tiempo muerto (13-15). De cualquier modo, el combinado nacional se marchó perdiendo al descanso (16-17).
Los polacos salieron a por todas en la reanudación, pero se toparon con Hombrados. El poderoso brazo de Lijewski encontró huecos para volver a estirar la diferencia hasta los tres goles, aunque el portero decidió que era el día para ser protagonista.
Durante algunos instantes, los de Wenta se escaparon aún más, y parecía que la gran actuación del meta resultaría insuficiente. Sin embargo, con todo en contra, hubo un arranque de furia y una meritoria reacción. La virtud de la escuadra fue no rendirse, y esta vez hubo premio.