Tom Zé: “La música es el lazo de mi papel de regalo”
El genial y lunático músico brasileño Tom Zé.
Archivo.
Cuando David Byrne (Talking Heads) se dio un garbeo por Río de Janeiro, se maravilló con las portadas multicolor que veía en las tiendas de discos.
Sin embargo, cuando avistó un LP con el título Estudando o Samba dentro de una portada en blanco y negro con una sobria alambrada de metal, supo que ese era el bueno.Esa carambola azarosa de 1985 salvó a un músico que entonces estaba en la ruina aunque en los sesenta había participado en el movimiento Tropicalia, junto a Gilberto Gil y Caetano Veloso.
Byrne relanzó a Tom Zé al mundo y ahora su voz vuelve a tenerse muy en cuenta, como demostró en la Red Bull Academy de Madrid.
Tropicalia fue una rebelión a través de la estética, que bebía del folclore pero tenía una vocación futurista. ¿Sería posible ahora?
Es peligroso decir que bebía del folclore porque eso pasa por una inmersión en la historia, hasta la ocupación árabe en la Península Ibérica. Hacíamos el esfuerzo de sacar a Brasil de la Edad Media durante una dictadura militar: se cantaba sobre el aquí y ahora.
¿Cuál es la tensión entre música y política?
Me gusta pensar que acabé haciendo algo que no llamo música, sino rebeldía. La música es el lazo de mi papel de regalo.
Usted cree en la teoría para el avance de la música pop…
La teoría no se debe asociar con lo reaccionario o lo poco fresco, pero pienso que los intuitivos serán siempre más relevantes. Los inspirados, los íntimos de las musas.
¿Cual es su rutina diaria para componer?
Me cuesta. Para componer seis compases estoy todo el día.
Y, sin embargo, es usted el músico de su generación que más experimentó. ¿Qué discos escucha ahora?
No escucho mucha música, pero soy fiel a los trabajos de mis amigos. Como estuve mucho tiempo en una escuela de música erudita, mi interés sigue por ahí. Ahora vengo de escuchar los últimos cuartetos de Beethoven.
¿Se podría institucionalizar el estudio de la música?
Hay muchos países que aún viven en el problema del know how básico, la alfabetización. Yo estoy cerca de ese mundo, así que una educación tan sofisticada me parece un sueño para un mundo rico.
¿Sigue a Veloso y Gil?
Diré que convivir con genios es una oportunidad para experimentar espanto e inspiración.
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