Que alguien venga a salvarme, por favor. Funciona todo de pena. En muy poco espacio de tiempo, estas son las cosas que me han pasado, o le han ocurrido a mi círculo más cercano. Esas que te meten en el excitante mundo de las reclamaciones. Esas que te provocan esos saludables ataques de ira.
—Renfe: Una amiga y varios conocidos mueren en el Alvia de Santiago, en esa curva de Angrois. Está claro que no puede haber una curva en la que no haya una señal para indicar una velocidad máxima. Y menos si sabes que el tren que llega lo hace a 190 Km/h. Está muy claro. Sólo hay que montarse en un tren y mirar por la ventanilla. Hay señales de velocidad. Pero, ¡qué va! aquí no es culpa de que no haya señales. Para aclararlo, un juicio que durará años. Y que como acabe como lo del Prestige… estamos listos.
—Sanidad: Dos personas muy cercanas no pueden hacerse un TAC para examinar un tumor. Está estropeado.
—Más Sanidad: A una de estas personas muy cercanas le diagnostican un tumor. Pero ahora ven que se observaba en un TAC desde hace dos años y el especialista no se dio cuenta.
—Más Sanidad: Una persona muy cercana se queja a su médico de que las pruebas que espera se retrasan un tiempo inadmisible. Le replica con “no se preocupe, que si fuera algo importante, ya estaría usted hospitalizado”. Seis meses después, esta persona ya no está con nosotros.
—Más Sanidad: A la otra persona que sufrió el inconveniente de un TAC estropeado, asegurada por el sistema de salud de las Fuerzas Armadas, no la pueden operar porque, casualmente, el hospital cierra. No harán nada, ni la derivarán a otro hospital, mientras no acabe el proceso, recién iniciado ahora, de cambiarse a la Seguridad Social o a una aseguradora privada.
—Más Sanidad: Alguien muy cercano, pendiente de una consulta de un especialista antes de una operación (mire usted por dónde, de cadera, como el rey) no recibe noticias, pregunta en el hospital y sólo le dicen, oralmente, que tiene mucha lista de espera. Pasado más tiempo, vuelve a preguntar, y ahora le comunican que el médico está en excedencia. Lo mejor viene ahora. Dicen que ¡sólo atenderán a los que pongan una reclamación!
—Seguridad Social: Una persona muy cercana es operada del hombro. La dejan peor. Le duele, no puede coger peso. Los especialistas la tratan. Tendrá que operarse de nuevo. La inspección le da el alta en contra de los informes de los especialistas. Estos le dicen que con el brazo lesionado no puede coger más de un kilo de peso. Tendrá que volver al trabajo, que consiste en coger en pulso a una persona adulta con una discapacidad que le impide moverse en absoluto. Y no se puede dar de baja por lo mismo en los próximos 180 días. Si sufre una lesión más importante ¿alguien será responsable de la decisión de dar el alta? Si se le cae la persona enferma ¿quién será el responsable de los daños? No es que queramos reclamar daños. Es que no queremos que se produzcan. Para colmo, le envía una carta a la empleadora. Le comunican, no se sabe para qué, que su empleada no se puede dar de baja en 180 días. ¡Ah, si! Sí sabemos para que se lo comunica. Le está empujando a que la despida.
—Ley de Dependencia: Tienen que valorar a una persona muy cercana antes de seis meses desde que se solicita. Avisan que van a ir un día concreto. No vienen. Se pregunta si se les puede llamar para preguntar qué pasa y cuando van a venir. No te dan el teléfono. Te dicen que hay que poner una reclamación.
—Discapacidad: Una persona muy cercana con discapacidad, tiene en Madrid una tarjeta para viajar en transporte público con descuento. El consorcio de transporte cambia el tipo de tarjeta y no le envía una nueva. Recorrido cual pelota de ping pong entre ayuntamiento y consorcio. Nada. Hay que poner una reclamación. Se les dice que ha habido que comprar billetes a mucho mayor precio. Responden que te esperan en los tribunales. Que no rectifican y pagan por una simple reclamación. Que reclame la responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas.
—Desempleo: El servicio de empleo se equivoca y no paga correctamente el desempleo. Se reclama. No responden. No recuerdo ya cuantas veces han cambiado la ley y han vendido la moto de que ya se acaba con que el silencio administrativo supone que no se acepta la reclamación del ciudadano. Nunca es verdad. Oooootra reclamación por el dinero que deben,
—Banco: Mi banco por internet es absorbido por el Popular. No lo dejan todo como está. Cambian la web, las claves y me envían la tarjeta de claves de acceso a ¡700 kilómetros de mi casa! No puedo entrar en una semana en mi banco. El teléfono de contacto está colapsado. Pongo una reclamación y les digo que me acojo a la ley de protección de datos para acceder a mis datos y borrar la dirección errónea a la que enviaron la tarjeta. Me dicen que está todo arreglado, pero no me dejan acceder a mis datos. A reclamar de nuevo.
—Agua: El Canal de Isabel II de Madrid me dice que “obligatoriamente” le de los nuevos datos bancarios, que ahora se llaman IBAN en vez de Código Cuenta Cliente, como antes. No tienen razón, en la implantación del IBAN las autoridades y la normativa han aclarado que los ciudadanos no tienen que hacer nada ni preocuparse de nada. Pero la empresa del agua me conmina a que, en un plazo de quince días, les mande también fotocopia del DNI, que firme un documento con cláusulas en letra pequeña cuyo contenido no se entiende, por lo que da miedo. Amenazan con que si no lo hago tienen el deber de informarme que “nos veremos obligados a anular la actual domiciliación bancaria” lo que podría ocasionar el impago de facturas y provocar la suspensión del suministro del agua. Llamo a atención al cliente, me dicen que son las normas que tienen. Hay que poner una reclamación. Veremos. He llamado al gabinete de prensa. Espero que avisen al departamento comercial y rectifiquen este error garrafal.
—Trenes: Lo cuento porque es una de las cosas más kafkianas que me han ocurrido. Pongo una reclamación en Renfe. ¡Contestan a mi reclamación diciendo que no les consta mi reclamación! Si mi reclamación no les consta ¿A qué están contestando entonces?
Estas cosas me pasan en poco tiempo. Así que no es cuestión de un fallo excepcional. Funcionamos de pena. Pasan por encima de los ciudadanos.
Que paren esto, que me quiero bajar.
Comentarios recientes