Teresa Viejo: “Me gusta hacer sufrir a mis personajes”
Cuando uno huye de sí mismo, emprende un viaje a ninguna parte. Y si hay heridas abiertas, puertas sin cerrar o cadáveres sin enterrar, al final, la vida pasa factura. Mientras llueva, la tercera novela de Teresa Viejo, se apoya en el misterio para descubrirnos a una novelista madura con una obra apasionante, que engancha, en la que en cada página suceden cosas importantes y cada detalle puede ser trascendental.
Mientras llueva, ¿qué?
(Risas). Mientras llueva ha sido mi viaje literario más divertido, lo he pasado francamente bien escribiendo. ¡Y mira que los protagonistas sufren, lloran y aman! Disfruto haciendo sufrir a mis personajes.
Dice que es su viaje narrativo más intenso, emocional y misterioso…
La novela es una intriga psicológica. Todo sucede en un círculo claustrofóbico donde pasan cosas muy densas y todo se magnifica. La huida de Alma Gamboa, la protagonista, está llena de misterio, pero el mayor misterio llega al final porque, como es habitual en mí, solo al final las piezas del puzle se unen.
Astrología, espiritismo, fantasmas del pasado… Lo paranormal tiene peso en la obra. ¿Y en su vida?
Nunca he tenido atracción por estos temas, pero he perdido el escepticismo. Aunque los fantasmas que hieren son los de carne y hueso. De esos hay que huir.
Y nos descubre la ley del desorden de los sentidos, que es maravillosa…
Sí, es la magia de la sensualidad aliñada con la intuición. Es lo que te hace saltar por un precipicio por un beso. Y que te compense. Mis personajes saben lo que es moverse entre lo racional y el corazón. Yo soy racional, pero ahora sé que la cabeza engaña y hay que escuchar más al corazón.
Balnearios, océanos, lluvia… En sus novelas siempre el agua es protagonista…
Donde hay agua, hay vida; pero voy a tener que hacer una regresión para descubrir mi obsesión por el agua, será porque soy ascendente piscis. ¡O a lo mejor en otra vida fui pez!
O sirena… ¿Y con tanta agua, se moja?
La escritora se moja más, la mujer es más cautelosa, aunque según cumplo años me estoy liberando.
Fíjese si se moja, que este verano escribe relatos eróticos en interviú…
Es un reto. Yo me pongo los pantalones de hombre y escribo un relato erótico desde la óptica masculina, pero con voz de mujer. ¡El erotismo, sin caer en lo burdo ni ser cursi, es más difícil que dirigir interviú!
¿Escribir es su futuro?
Es mi presente y me gustaría estirarlo todo lo posible, pero dejo la puerta abierta a cambios. Ya no planifico el futuro, quiero que me sorprenda. Y a mi edad reivindico la connotación lúdica del trabajo. Sufrir, lo mínimo.
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