La líder invicta de ligeros no luchó para “dejar ganar a otras” y lo aprovechó Patricia Astorga

Fulgencio Fernández León
La Liga Femenina llegaba a Bilbao con la ‘presión’ de ser la que debía poner la emoción en este corro pues en la masculina está casi todo decidido. Y respondieron, hasta el punto de que si antes de esta cita había bastante interés después de ella ha aumentado y será el corro de Madrid el que decidirá casi todo.
Las dos hermanas omañesas iban a por todas. Celia debía ganar para tener posibilidades de alcanzar a Miriam en medios… y ganó. María debía recortarle puntos a Patricia Ramos para que no se le escapara… y le recortó uno, hasta el punto de que ya está a tan solo uno de ella. Madrid dictará sentencia.
El corro empezó, en ligeros, con ‘un bonito gesto’ de Tamarina que, pese a desplazarse a Bilbao, no luchó para que otra luchadora pudiera saborear la victoria (ha ganado ella todos los corros de la Liga). Y recogió el guante Patricia Astorga, la joven luchadora de San Cipriano que ayer era la ‘niña’ más feliz del mundo. Y además derrotó en la final a Silvia López, con la que estaba empatada para la segunda plaza y ahora la aventaja en dos puntos para adjudicarse este subcampeonato, galardón que también espera a Madrid para tener dueña.
En medios había muchas cosas en juego. Miriam no podía acudir por asuntos médicosy la posibilidad de que no pueda hacerlo en Madrid le abría a Celia González, de Senra, y Victoria Villacorta, de Mansilla, la posibilidad de alcanzarla en la general. Ellas dos fueron precisamente las que disputaron una final ‘a cara o cruz’, en la que la derrotada dejaba marchar el sueño de la Liga, y la que se subió al tren de seguir manteniendo la ilusión fue la omañesa, que derrotó a la mansillesa sin darle demasiadas oportunidades, con dos enteras. “Pero estoy segura que Miriam irá a Madrid”, dice convencida.