Acaba de fallecer y el golpe me ha dolido tanto como si fuera un familiar o un amigo. No me importan las causas de su muerte -que ya se están especulando por las redes sociales- y no puedo glosar ahora los papeles de su carrera -sería tan redundante-. Solo puedo, de momento, enlazar el vídeo que contiene la escena final de una de mis películas favoritas, la amarga, disparatada y brillante Synecdoche, Nueva York, la única película dirigida por el guionista Charlie Kaufman.
Descanse en paz, Philip.
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