Silencio para un secuestro
Mercedes García Valcarce, la cooperante leonesa que fue secuestrada en Somalia, vive alejada de los focos que la convirtieron en protagonista
M.C.C. León
Hace siete meses, fue portada de telediarios, periódicos y toda la prensa internacional, pero no ha querido saber nada más. En Cuadros todavía esperan un homenaje popular, pero tampoco. Mercedes García Valcarce, la cooperante leonesa de Médicos Sin Fronteras que fue secuestrada en Somalia las pasadas Navidades, trabaja en la actualidad realizando sustituciones en el centro de salud del Crucero, como un verano más. A algunos de sus pacientes les ‘suena’ su cara, pero ella no quiere ser protagonista.
Mercedes y otra cooperante argentina fueron llevadas a la fuerza a las montañas del norte de Somalia, el pasado 26 de diciembre de 2007, por un grupo de personas armadas cuando se dirigían en el vehículo de la organización al centro nutricional donde atendían a unos 7.000 niños menores de cinco años que sufren algún grado de desnutrición en la localidad de Bossaso. Su liberación se complicó por momentos, e incluso las autoridades argentinas reconocieron que su vida corrió peligro. Finalmente, el 3 de enero, fueron liberadas. La familia de Mercedes García Valcarce también optó durante los ocho días que duró el cautiverio por no realizar ningún tipo de declaraciones. Pero olvidar es imposible.
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