Qué cosas… Llevábamos unos días sintiéndonos ganadores e imaginando “La Peineta” repleta de aficionados. ¡Vaya bofetón nos dieron el sábado! Nuestros 180 delegados españoles (los turcos eran 75 y los japoneses 100 –estamos que lo tiramos- ) tuvieron que irse por la puerta de atrás de Buenos Aires.
Nos las prometíamos felices, ¡teníamos a los del COI en el bolsillo! pero, ¿qué ha pasado? ¿nos han engañado? ¿han conspirado contra Madrid 2020? ¿nos han dado la patada para que los Juegos se celebren en París, Roma o Berlín en 2024? Puede, seguro que mucho ha tenido que ver pero, señores, señoras, abramos los ojos.
¿Qué argumento es ese de que “Madrid necesita los Juegos”? Es como si te deja tu novio y le dices “cariño, es que te necesito” y el susodicho vuelve contigo porque claro, como le necesitas… Nos faltó ponernos de rodillas y decir que era la tercera vez que nos presentábamos, ¡qué menos que ser los elegidos! Y sí, me hubiera encantado, nos habría venido de perlas Madrid 2020 pero resulta que el COI no es una casa de caridad que ayuda al necesitado. El COI tiene mil intereses, como todos, y busca grandeza. Y ¿qué candidatura ofrecía esa grandeza? Tokio 2020.
Estos días tengo a mi primera visita española en Japón (¡familia!) y ayer me decían que, lejos de las características del proyecto olímpico -que no conocen al detalle- , no les extrañaba que el COI hubieran elegido Tokio. “Son súper ordenados, respetuosos, está todo muy limpio, la ciudad es muy segura, en los comercios se pasan, ¡tratan al cliente demasiado bien!… si yo soy del COI ¡ni me lo pienso!“
Vale, hay -siempre- que valorar lo nuestro y Madrid 2020 tenía cosas increíbles que ofrecer (y no me refiero al “cup of café con leche”) pero creo que también tenemos que apreciar lo que propone y tiene el resto. No podemos creernos el ombligo del mundo, que lo nuestro es lo mejor y no salir de ahí. No. Y como no nos han elegido, tongo. Pues lo siento, pero ni tongo ni nada, y, sea lo que sea lo que ha decantado a los del COI, yo, recién salida de Madrid (después de 10 años) y recién llegada a Tokio (1 mes), creo que el nivel de la ciudad, la estabilidad política y financiera y el potencial de sus candidaturas, no tienen comparación. Ahora bien, si hablamos de ilusión, del carácter de sus gentes, de entrega, de pasión… Madrid 2020 habría ganado por goleada
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