EP Castellón
El Villarreal se llevó ayer el duelo entre ‘hermanos’ -las aficiones de ambos conjuntos tienen unas excelentes relaciones desde hace varios años- disputado contra el Celtic de Glasgow en El Madrigal por 1-0, gracias a un tanto de falta directa materializado por Marcos Senna, que sirvió para colocar al ‘Submarino amarillo’ como colíder del grupo E con cuatro puntos, los mismos que el Manchester United.
El equipo que entrena Manuel Pellegrini continuó de esta forma con su buena racha en Europa, pues no pierde en casa en los torneos continentales desde julio de 2006, mientras que los escoceses siguen sin ganar en España después de 11 visitas.
El Villarreal quiso, pero no pudo, en una primera mitad en la que dominó. Los castellonenses tuvieron el balón durante mucho tiempo, aunque les faltó pegada en el ataque. Con la baja del turco Nihat Kahveci por lesión, el técnico optó por darle la titularidad al italiano Giuseppe Rossi y a Llorente, que aparecieron a fogonazos. Les faltó continuidad.
Tras el descanso, el partido se reanudó a mil por hora. Los de Pellegrini, con el paso de los minutos, empezaron a acorralar a su adversario y, por la simple acumulación de hombres merodeando el área, cada jugada tenía tintes de gol.
Al final, fue Senna el que abrió el cerrojo escocés con un lanzamiento magistral de falta directa desde la frontal del área. El centrocampista la puso lejos del alcance de Boruc y adelantó a su equipo. Strachan movió el banquillo a la desesperada para tratar de igualar el marcador, pero sus futbolistas acusaron el cansancio.