Los cazadores fueron sorprendidos con el cadáver por la Guardia Civil

Ical León
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza, (Seprona), de la Guardia Civil de Villablino y guardas de la Fundación Oso Pardo sorprendieron, en el transcurso de un servicio de vigilancia en terrenos del municipio de San Emiliano, en el valle de La Majúa, a seis personas en posesión de una hembra de rebeco que había sido cazada ilegalmente, según informaron hoy fuentes de la Subdelegación del Gobierno en León.
La Guardia Civil organizó un dispositivo de vigilancia junto a los guardas de la Fundación Oso Pardo, (FOP), que permitió comprobar como un grupo de personas se acercaban a una manada de rebecos que pastaba en el valle. A continuación, dos de ellos abatieron a una hembra, la decapitaron y guardaron la cabeza en una mochila, abandonando el resto del animal. Posteriormente, todos dejaron el lugar en sus vehículos.
Los agentes identificaron al grupo de cazadores y comprobaron que el trofeo de la pieza estaba precintado con un sello mal colocado de rebeco macho, por lo que procedieron a la intervención de éste y del arma utilizada para dar muerte al animal. La Guardia Civil formuló un total de 18 denuncias por incumplimiento de distintos preceptos de la Ley de Caza, la Orden sobre Precintado de Piezas de Caza Mayor de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y de la Ley de Sanidad Animal.
Los agentes del Instituto Armado, tras recuperar el cuerpo, lo entregaron a una parroquia de Villablino para su aprovechamiento. La cabeza fue destruida y el arma depositada en las dependencias de la Guardia Civil.