Se acabó el verano
Se pasaron las vacaciones, la vuelta al colegio está más cerca, es inevitable. El ciclo se cumple una vez más: fin de curso, vacaciones y vuelta a empezar otra vez. Así todos los años, así toda la vida. Pero esta vez tenemos un invitado que se nos colado, o que hemos dejado colarse entre todos: la ya reconocida crisis económica o financiera, y la no reconocida y posible recesión que nos va a golpear a todos. Basta con ver la marcha de la Bolsa: durante más de siete meses el descenso ha sido diario, continuado y sin parar, es decir, está en caída libre y casi sin solución.
En este contexto general León sufrirá como todas las ciudades. Lo que sorprende es la escasa actividad que se detecta en estos primeros días, lo descuidado que está el aspecto general de la ciudad: parques, jardines, limpieza, etc. No sé si la externalización de los servicios los ha mejorado o los ha empeorado. En todo caso habrá que esperar para valorar la decisión en sus justos términos, sin caer en una crítica sin razón, o en una justificación sin fundamento alguno. Pero lo cierto es que la ciudad se nota algo abandonada, sucia y descuidada.
Y en la vuelta a la normalidad hay que destacar la excelente limpieza que se ha realizado en la Real Colegiata de San Isidoro. Ha sido un lujo poder ver la impresionante e histórica iglesia vacía, sin mobiliario, mostrando su cara lavada, sus heridas del tiempo, su esplendor artístico y su verdadera apariencia a pesar del paso de los años, de los siglos. Un monumento sólido, bello y sobrecogedor. Pronto tendrá el aspecto de siempre pero renovado y mejorado. La apuesta era arriesgada y las críticas estaban preparadas, pero la realización ha sido impecable y el resultado maravilloso.
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