Está situada en uno de los laterales de la iglesia de San Martín, al lado de la Plaza Mayor, y desde hace cuatro años no se puede acceder al depósito porque éste fue tapado con bloques de hormigón para evitar la acción de los vándalos.
Fue diseñada por el arquitecto leonés Sánchez Pertejo. La realización de esta fuente es una salida airosa al espacio vacío creado por el solapamiento de la parte trasera del Consistorio Viejo y el ábside de la iglesia de San Martín. En su última remodelación se le dio un buen lavado de cara y se colocó el florón superior que le faltaba. La única pega es que desde entonces -hace poco menos de dos años- por sus dos grifos no discurre agua. Tal vez el corte del chorro se debió a la prevención de actos vandálicos, pero los perjudicados son todos los viandantes que no pueden refrescarse sobre todo en estos días tan calurosos.