Reciclaje de clásicos
La última adaptación de ‘Jane Eyre’ confirma que el cine revisita siempre los mismos clásicos
‘Jane Eyre’. Michael Fassbender y Mia Wasikowska en una escena del filme.
ADN.es
Adaptar a Jane Austen requiere de: vestuario, caballos, carruajes, menaje del hogar para 40 y una decena de actrices que se adecúen al ideal “pálido e interesante” del periodo de Regencia.
Comparado con eso, llevar al cine un libro de las mucho más asilvestradas hermanas Brontë sale barato. Tienen pocos personajes y los que hay suelen moverse en páramos cubiertos por la niebla. ¿Será por eso que el cine ha vuelto a colgarse de ellas?El viernes se estrena la adaptación al cine número 18 de Jane Eyre, con Mia Wasikowska -la Alicia de Tim Burton– en el papel titular, Michael Fassbender, como Rochester, y Judi Dench como el ama de llaves, la señora Fairfax. Wasikowska hace de la institutriz huérfana una década y media después de Charlotte Gainsbourg, aunque las adaptaciones tienden a recordarse más por los actores que encarnan al tosco y byronesco Rochester. El de Orson Welles se considera el clásico y el de William Hurt en 1996 , el más fallido.
Versión libre
A Jane Eyre se sumará en breve la adaptación de Cumbres borrascosas que ha rodado Andrea Arnold. La directora de Fish tank generó titulares en Gran Bretaña por utilizar a un actor negro para interpretar al protagonista, Heathcliff, y por incluir la palabra “fuck” en el diálogo.¿Por qué no Shirley o Villette, por citar otras novelas de Charlotte, o Agnes Grey, de la tercera hermana Brontë, Anne? El cine, desde que era mudo, no ha dejado nunca de recurrir a los clásicos anglosajones más incuestionables, sobre todo de la fértil cantera decimonónica, pero prefiere adaptar una y otra vez los mismos títulos que aventurarse con otros menos leídos. En los próximos meses se ultimarán adaptaciones de Grandes esperanzas, Ana Karenina, a cargo del director de Expiación y también con Keira Knightley, y El gran Gatsby, con Leonardo diCaprio y Carey Mulligan. Y eso sin contar con el incesante desarrollo de la industria para-Austen. Nora Ephron y la autora de Crepúsculo, Stephenie Meyer, preparan proyectos relacionados con la autora. Estos dos últimos jugarán con el contraste de los códigos austenianos y el mundo actual. En cambio, los tres primeros títulos son clásicas adaptaciones de época. Quizá porque los elementos que hacen a estas novelas fascinantes y revisitables (el divorcio como tabú, una relación entre distintas clases sociales) no tienen el mismo sentido trasladados a la actualidad.
ENTREVISTA
Cary Fukunaga
“Hay relatos que nos gusta oír una y otra vez”
Es californiano, de madre sueca y padre japonés. Su primer filme, Sin nombre era un retrato descarnado de las bandas criminales que controlan la inmigración ilegal en Estados Unidos. ¿Qué hace un chico como él en territorio Brontë? Su Jane Eyre es sorprendentemente canónica, aunque los elementos fantásticos le valieron un hueco en el festival de Sitges, donde habló con ADN.
¿Estaba muy familiarizado con la novela?
No tanto con el libro como con la versión de Orson Welles (dirigida por Robert Stevenson) para el cine, la de 1943.
¿Por qué volvemos siempre a los mismos clásicos?
No creo que se deba a lo que se suele decir, que ya no hay imaginación en Hollywood. Hay relatos que nos gusta oír una y otra vez, como cuando eres pequeño y pides el mismo cuento.
El personaje de Rochester debe ser tan amenazante como atractivo. ¿Le dio algún tipo de indicación sobre esto a Michael Fassbender?
Es curioso… ¡Las mujeres se ponen muy nerviosas hablando de Michael Fassbender! Claro, Rochester es un ser dañado. Vi a Michael en Hunger y supe que era perfecto.
Sus dos películas hasta la fecha son muy distintas. ¿Es así como imagina su carrera, saltando de géneros?
Ya sabe lo que dicen: si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes. Jane Eyre vino de ninguna parte y yo no era la opción más obvia para dirigirla…
¿Y qué cree que le ha aportado al clásico?
No lo sé… En Sundance hacen una cosa que se llama la escena del Ossobuco: se le da la misma escena, con dos páginas de diálogo, a un director distinto cada año. Quentin Tarantino, P.T. Anderson… todo el mundo lo ha hecho durante 25 años y el resultado no podía ser más distinto. Sin buscarlo, mi versión ya iba a ser diferente a las demás.
Jane Eyre se ha visto como una mártir, como una heroína feminista…
Creo que tiene algo de feminista, pero no como una activista, sino por su independencia.
Su versión respeta los diálogos originales de Charlotte Brontë, no como, por ejemplo, ‘Cumbres borrascosas’, de Andrea Arnold.
Yo nunca utilizaría diálogo contemporáneo. ¡Soy licenciado en Historia! El lenguaje es poder y sería abaratar la historia
Comentarios recientes