Raimundo Castro
Los imprescindibles relata la épica de la guerrilla antifranquista, que prolongó su actividad hasta 1955. Una historia con hechos heroicos y traiciones que el autor convierte en un alegato sobre la dignidad humana.
La guerrilla antifranquista mantuvo su actividad más de 15 años después de la Guerra Civil. Sostiene que la España democrática tiene una cuenta pendiente con quienes mantuvieron la lucha por la República.
Creo que en la Transición se olvidaron de ellos. Desde entonces he tenido el propósito de escribir sobre ellos y hacerles un homenaje literario, pero fiel a los hechos, para que las generaciones posteriores supieran quiénes eran, cómo pensaban, cómo actuaban y devolverles su dignidad.
En 1984 se les reconocieron a los miembros de las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Orden Público y Cuerpo de Carabineros de la República ciertos derechos y servicios. ¿Por qué quedaron fuera los maquis?
Por dos razones. Primero eran partidas armadas irregulares y algunos les relacionaban equivocadamente con el terrorismo de ETA, que ellos siempre condenaron. En segundo lugar, porque la fuerza que se encargó de su represión fue la Guardia Civil. A los guerrilleros se les aplicaba la Ley de Bandidaje y Terrorismo franquista. Y, en la Transición, la Guardia Civil todavía tenía muy viva la memoria de la lucha contra el maquis, para ellos unos bandoleros.
¿Cuánto de novela y cuánto de historia tiene Los imprescindibles?
De historia tiene todo, pero es un telón de fondo para una reflexión de personajes inventados sobre la dignidad y la honradez, que es en lo que entroncan con algunos movimientos de la actualidad. Ellos siguieron luchando después de la guerra porque dejar el maquis les haría sentirse indignos de sí mismos.
El régimen franquista dio una imagen totalizadora de la guerrilla, colocándole el cartel de comunista. Sin embargo, de la lectura del libro se deduce que había bastante diversidad de ideologías y algunas no estrictamente de izquierda.
Efectivamente, había varios grupos representados. En el libro se cuenta el caso de un grupo de la guerrilla de los montes de León en el que el jefe de la partida era socialista, el número dos, anarquista, y el que les sobrevive era del PCE.
¿La guerrilla actuaba bajo un mando único o eran grupos autónomos?
Aunque había estrategias e información que llegaba a unos y otros, operativamente eran muy autónomos. Incluso cuando algunos grupos huyeron de España, los hubo, como los de Levante, que fueron ayudados por el PCE, pero otros se tuvieron que valer por sí mismos, como el grupo de el Veneno, que alcanzó la frontera con la ayuda de un mapa de España sacado de una enciclopedia escolar.
Una vez en Francia, muchos de ellos siguieron la lucha armada en la Resistencia contra los nazis.
Sí. Y esto da lugar a una paradoja cruel. En Francia tienen la consideración de héroes y han sido condecorados. Aquí, han sido simplemente ignorados.
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