El Guijuelo necesita un Paulino como el comer. Esa es la sensación con la que abandonaron ayer los aficionados chacineros el Municipal tras la derrota de su equipo ante la Cultural Leonesa, primera de la era Toni Cruz desde que llegó al banquillo.

El delantero culturalista, un 9 nato, que pelea cada balón como si fuera el último, que se pega casi hasta con sus propios compańeros si hace falta y que además las enchufa cuando tiene una oportunidad, fue el artífice del triunfo de su equipo en un encuentro que por ocasiones y, sobre todo juego, mereció ganar el Guijuelo.

El conjunto visitante trató en todo momento de llevar el juego a su terreno, donde la agresividad y la dureza presidieron varias fases del encuentro. Allí tuvieron especial relevancia algunas acciones del goleador Paulino y el ex unionista Roberto Fresnedoso.

Toni Cruz, que fue expulsado al final de la primera parte por protestar al colegiado, apostó desde el inicio por un auténtico jugón , Abel, que se ha pasado el primer tercio de la temporada recuperándose de sus lesiones. Si el jugador procedente del Valladolid se entona y su mente se asiente definitivamente en esto del fútbol, el Guijuelo y sus aficionados van a ver muy buen juego en el Municipal en lo que queda de temporada. Abel ve otro tipo de fútbol, ese que en Segunda B no aparece ni en los calentamientos: verticalidad, rapidez y precisión son sus cartas marcadas.

El primer susto lo dio en el minuto 3 Miguel Alonso, pero su cabezazo lo desvió Tomás a córner con apuros. El Guijuelo comenzó a desmelenarse con un centro chut de Dámaso que Etxeberria, ex del Athletic y Rayo, entre otros, desvió con apuros.

Taponado Mangas por la derecha (Casquero y Landáburu se ayudaban mutuamente para frenarle), Dámaso y Oscar Cuadrado se las arreglaban una y otra vez para meter en líos a la defensa visitante. En el 23, un centro de Dámaso tras jugada trenzada con su compańero, estuvo a punto de rematarla Pablo Alvarez.

En el 27 llegó la primera jugada polémica del choque. Abel, en plan crack , dio un pase en profundidad mirando al tendido y Dámaso pidió penalti por derribo cuando se disponía a rematar.

Otro de los protagonistas, Paulino, empezó muy pronto su particular show . Se sentía un incomprendido porque ni el línea, con los fueras de juego, ni el colegiado, con las faltas en ataque, le dejaban enseńar sus mejores armas. Tanto es así, que en el minuto 31 le pidió a su técnico que le cambiara a gritos ante el asombro de los asistentes.

El ´9´ de la Cultural dejó su primer sello cuando habilitó con el pecho en el área un balón que Rubén disparó a las manos de Tomás. Eran los mejores minutos de los de Cantarero, que pudieron abrir el marcador tras un centro de Fresnedoso que Rubén enganchó con un gran testarazo. El meta del Guijuelo tuvo que desviar a córner con una acertada estirada.

En el 44 llegó la tangana. El Guijuelo reclamó un penalti y se formó un gran revuelo de futbolistas en el área de la Cultural. Todo acabó con una agresión de Roberto Fresnedoso a Pablo Alvarez, que cayó al suelo, pero el colegiado sólo le mostró la tarjeta amarilla al exunionista. En la siguiente jugada, Mangas se tomó la justicia por su mano y, con una patada con el balón en juego, arregló el problema con su compańero. El jaleo se prolongó hasta el descanso y los futbolistas abandonaron el campo entre las protestas del público.

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