D.A.T. Rodiezmo
Las críticas del PP al supuesto uso de la memoria histórica como cortina de humo para ocultar la crisis fue uno de los temas más repetidos por todos los oradores que ayer participaron en la fiesta minera de Rodiezmo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió “a la derecha que, aunque sea sólo por compasión, respete a los que quieren saber dónde están enterrados sus familiares que en su día fueron asesinados”. Zapatero agregó que “una democracia supone que no haya un solo compatriota al que se le impida conocer el pasado de su padre, de su abuelo y reconciliarse con el dolor, cerrar heridas de la historia”.
El ex vicepresidente del Gobierno y actual presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, se refirió también al asunto: “Hay que ver cómo se pone esta gente cuando hay personas que siguen buscando a sus familiares asesinados por las cunetas. ¿Pero no son tan religiosos?”.
El secretariogeneral de UGT, Cándido Méndez, abogó por el fin de la asimetría moral que supone que unas víctimas figuren con sus nombres a la entrada de las iglesias y otras permanezcan enterradas en las cunetas. “No habrá una reconciliación total hasta que no se encuentren todos sus restos”, manifestó.