En Francia, el invierno ha dado una tregua a los morosos. En el país galo no habrá desahucios mientras dure el frío. En España, no sólo el tiempo es inmisericorde. También los tribunales, y los desalojos siguen, el último en Torrejón de Ardoz, en Madrid, donde 60 personas trataron de evitarlo primero en la casa de la afectada y más tarde en el Ayuntamiento.

Todo empezaba poco antes de las nueve de la mañana. Tres furgonetas de antidisturbios desalojaban a los convocados por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) para frenar el desahucio de Consuelo Lozano, una inmigrante ecuatoriana que adeuda 183.000 euros de hipoteca a la entidad Deutsche Bank.

Los concentrados fueron arrancados uno a uno de la sentada organizada para bloquear a la comisión judicia, según denunciaron desde la PAH, “por las malas”. No pudieron repetir el éxito del 7 de octubre, cuando consiguieron el aplazamiento del desahucio. Consuelo debe 183.000 euros al banco, los que no pudo pagar después de que su marido perdiera su empleo y regresara a Ecuador con sus tres hijos. La deuda la seguirá acompañando a pesar del desalojo.Camino del consistorio

Cumplido el desalojo y sin solución habitacional para Consuelo, los concentrados se encaminaron al Ayuntamiento  del municipio (PP) decididos a encontrarse con el alcalde. Una veintena de personas, según un portavoz municipal, irrumpieron en el vestíbulo buscando al regidor, que no estaba en la sede. Cuatro policías locales contuvieron a los más exaltados sin que la cosa pasara a mayores. Un portavoz habló con la concejalía de Bienestar, que ofreció a Consuelo varias opciones, entre ellas pagarle la fianza de un alquiler. Según el Ayuntamiento, las rechazó todas para irse a vivir con su hermana.