Phelps inaugura su casillero
e. press / pekín
El estadounidense Michael Phelps acaparó ayer todas las miradas en el ‘Cubo de Agua’ al colgarse su primer oro en Pekín, con récord del mundo incluido, en una jornada en la que también brilló el español Aschwin Wildeboer, que batió la plusmarca nacional de 100 espalda.
Además, el día en la piscina dejó otros dos registros nunca antes alcanzados, el de la australiana Stephanie Rice en 400 estilos, con el que obtuvo la máxima presea, y el del cuarteto estadounidense de 4×100 libres en las series.
En cuanto a la actuación patria, destacaron Wildeboer, que se clasificó para las semifinales, y Nina Zhivanevskaya, que consiguió idéntica meta y también en los 100 espalda. Decepcionaron Erika Villaécija en 400 libre y Mercedes Peris en 100 espalda.
Phelps, que se ha marcado como objetivo conquistar ocho oros en el evento, para superar la marca de su compatriota Mark Spitz en Múnich 72, ofreció una nueva exhibición y se impuso con una enorme solvencia en los 400 metros estilos.
A pesar de que el húngaro Laszlo Cseh, plata con récord de Europa, y su compatriota Ryan Lochte, bronce, prometían dar guerra, el de Baltimore dejó claro que está a un nivel fantástico.
El norteamericano nadó durante toda la prueba por debajo del récord del mundo y firmó un estratosférico 4:03.84, con lo que mejoró en casi dos segundos su anterior plusmarca, 4:05.25, establecida el pasado mes de julio durante el certamen de selección olímpica del equipo estadounidense celebrado en Omaha.
Cseh, campeón del Viejo Continente, mantuvo el tipo durante los primeros 100 metros, y Lochte recogió el testigo en los 100 de espalda, pero en los 150 postreros (braza y crol), Phelps se escapó sin darles opciones. En los últimos instantes, el magiar se recuperó y arrebató la plata a Lochte.
En los 400 estilos femeninos, saltó la sorpresa con el oro para la australiana Stephanie Rice, con récord del mundo (4:29.45). La ‘aussie’ sorprendió a la gran favorita, la estadounidense Katie Hoff, que se vio obligada a conformarse con el bronce. La medalla de plata se la adjudicó la zimbabuense Kirsty Coventry.
Además, el coreano Taehwan Park se proclamó campeón de 400 metros libre, por delante del chino Lin Zhang y el estadounidense Larsen Jensen, en una final que quedó marcada por la sexta plaza del australiano Grant Hackett, principal favorito.
Park se impuso con un tiempo de 3:41.86, mientras que Zhang (3:42.44) dio a su país la primera presea en natación.
Por otra parte, las holandesas Inge Dekker, Ranomi Kromowidjojo, Femke Heemskerk y Marleen Veldhuis se llevaron el oro en el relevo 4×100 libre, por delante de las dos grandes potencias de la piscina, Estados Unidos y Australia. Por otro lado, los norteamericanos batieron el récord del mundo de la disciplina en las series.
wildeboer. Cabe destacar que, dentro de la delegación nacional, el gran protagonista fue Aschwin Wildeboer, que selló con autoridad su pase a las semifinales de los 100 metros espalda, ya que batió su propio récord de España al firmar un registro de 53.67.
El barcelonés, que tenía la anterior plusmarca en 54.61 desde el pasado Europeo de Eindhoven, cosechó el cuarto mejor registro de las series y fue segundo en la suya por detrás del estadounidense Aaron Peirsol, actual campeón olímpico.
En 100 espalda femeninos hubo cara y cruz para el combinado, con la clasificación de Nina Zhivanevskaya para las ‘semis’ y la eliminación de Mercedes Peris.
La nadadora de origen ruso obtuvo la decimotercera mejor marca en unas carreras en las que la francesa Laure Manaudou, que se estrenó, fue quinta. Peris, por su parte, concluyó quinta en su serie y quedó fuera.
Por último, Erika Villaécija debutó en los 400 libre, prueba en la que contaba con menos opciones que en los 800, y no pudo meterse en la final. La española, plusmarquista nacional, estuvo muy lejos de su mejor tiempo y no contó con ninguna posibilidad. Manaudou, por su parte, defenderá su título olímpico tras colarse por los pelos en la cita, con el peor crono.
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