Parada de figuras históricas
Una de las primeras citas taurinas de la provincia tiene lugar en la localidad de Valero, una de las más madrugadoras para festejar a su patrón, el obispo San Valerio. El 29 de enero, por la tarde y con el olor de la pólvora de los cohetes, comienza la jornada taurina en el Humilladero, lugar donde se ubica la plaza de toros y donde se dan cita los vecinos del municipio, aún sin dormir, para disfrutar de la corrida.
El recinto de forma cuadrangular se convierte en coso taurino cada ańo para acoger a los aficionados de toda la provincia que se desplazan hasta la localidad serrana para disfrutar del arte de las primeras figuras de la fiesta nacional.
El origen del festejo en este lugar no se conoce a ciencia cierta, debido a la antigüedad de las celebraciones en la localidad. Según Manuel Andrés González, vecino del pueblo e investigador de su historia, “haciendo un breve recorrido por la historia de Valero, vemos que los primeros espectáculos taurinos se celebraban en la plaza situada junto al santuario de Nuestra Seńora de la Cabeza, hoy desaparecido”. Según Andrés, este festejo tenía lugar el 25 de junio e iba acompańado de diferentes representaciones teatrales.
De los festivales celebrados en la plaza del Humilladero, las primeras noticias escritas datan de 1890 y proceden de una entrevista concedida por el torero Aniceto Ajo, Cuchareta al diario EL ADELANTO, en la que comenta que en la segunda plaza de esta provincia en la que había toreado era Valero, y más concretamente, un toro de Carlos Sánchez Rico, de Terrones, “astado bravo al que mató con regular fortuna”. Cuanto la fiesta adquiere mayor relevancia, según Manuel Andrés, es a partir de 1920 al presentarse en el coso Domingo González, Dominguín , acompańado del gran aficionado y ganadero Ildefonso Sánchez Rico.
En ańos sucesivos, y hasta llegar a la Guerra Civil, pasaron por Valero grandes figuras del toreo de la época como Cagancho, Juan Luis de la Rosa, Gitanillo , Lagartijo, Villalta, Martín Agüero y sus hermanos Manolo y Josechu. Durante la guerra fueron suspendidos los festejos, reanudándose el 15 de agosto de 1939 en honor de los excombatientes. En ańos sucesivos, toreros de la talla de Luis Mata, Antonio Bienvenida, los hermanos Dominguín (José y Domingo), Victoriano Valencia, Antonio de Jesús, Julio Robles, Joselito , El Litri, Oscar Higares, Padilla y Manuel Díaz, el Cordobés entre otros, además de todos los matadores de toros salmantinos.
Por sí misma, esta humilde plaza se convierte en referencia cada ańo del mundo taurino en la provincia de Salamanca, y todo ello, gracias al esfuerzo económico que cada temporada llevan a cabo los socios de la peńa taurina que, en ocasiones, llegan a pagar más de 100 euros (16.600 pesetas) para costear el festejo, cantidad que se abona gustosamente debido a la afición tan arraigada en la localidad durante ańos y que, con motivo de las fechas en las que se celebra al patrón, se hacen más factibles económicamente las actuaciones de principales figuras del momento. A pesar de esto, cada ańo es una lucha, por parte de los directivos de la peńa taurina, para gestionar los trámites que permitan acercar a estos toreros.
El Humilladero, por lo tanto, está unido a la historia y a la cultura de los vecinos de Valero. Sin esta plaza, y todo lo que le rodea, el municipio no hubiera podido ser lo que es en la actualidad, ni los vecinos sentirían de la manera que sienten.
Inauguración:
Debido a su antigüedad, se desconoce cuándo fue la primera vez que se desarrolló una lidia en el recinto. Los primeros datos escritos seńalan que en 1890 se llevó a cabo un festejo en este lugar.
Trayectoria:
Tiene a gala haber contado con la presencia de multitud de figuras del toreo.
Aforo:
Indeterminado.
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