Otra palada de arena
Un inicio nefasto de partido priva del título autonómico al Baloncesto León
Alberto Callejo Palencia
El Baloncesto León se quedó a las puertas de ganar la Copa de Castilla y León al caer en la final ante el Autocid por 73-69 tras un partido donde los leoneses perdieron contacto en el primer momento del encuentro. Burgos se escapó y luego supo administrar puntos y minutos hasta llevarse el éxito de un torneo de prestigio ante el nivel de los cuatro contendientes.
Los leoneses arrastraron durante todo el partido el mal arranque y fueron siempre a remolque en el marcador. Burgos demostró además que es cierta la opinión más o menos generalizada que dice que, al menos hasta la fecha, es de los tres equipos castellanos y leoneses de LEB Oro el que mejor se ha reforzado.
En el primer cuarto el Autocid dominó al León en todos los aspectos del juego. La prueba es el 28 a 6 en valoración general al final de estos diez minutos. El único que estuvo a la altura en los leoneses fue Graig Bradshaw. El neozelandés plantó cara al gigante Sinanovic en el duelo más atractivo de la noche. En el segundo, los leoneses apretaron las clavijas en defensa y eso les permitió acercarse en el marcador. De salida le endosaron un parcial de 0 a 7 que obligó a Andreu Casadevall a solicitar tiempo muerto. Sus instrucciones dieron efecto y al final de los primeros veinte minutos la desventaja de los leoneses era de ocho puntos, una renta que luego se hizo muy pesada.
En el tercer episodio Iván Corrales tiró del manual de la buena dirección y gracias a él Burgos siguió manteniendo distancia a un León al que despertó del letargo el argentino Franco Rocchia con dos triples consecutivos para situar el marcador 41-39 a falta de 6 minutos para el final. Sin embargo, ahí empezó la reacción de los de la capital del Cid que abrieron brecha hasta lograr una máxima ventaja de nueve puntos 54-45 a 2 minutos para el término del penúltimo capítulo. El argentino Diego García y el brasileño Gruber secundaron a Corrales y, por más que lo intentaba, el León no alcanzaba los dígitos del equipo burgalés.
Un triple sobre la bocina del propio Gruber aumentó la diferencia a diez y ese fue el principio del fin para los de Javi de Grado. Los pivots burgaleses terminaron por acaparar casi en su totalidad el rebote y el final fue un querer y no poder por parte de un Baloncesto León que, pese a caer por una máxima de trece puntos en este último cuarto, consiguió ponerse a cinco gracias a un triple de Gilbert a falta de 48 segundos y a cuatro gracias a otro de Baez a falta de 31 segundos, pero que no pudo culminar la remontada. A falta de tres segundos una canasta bajo el aro de Lo Grippo sirvió para que los burgaleses presentes en el pabellón palentino celebraran el campeonato.
El equipo leonés echó de menos a Eulis Baez que venía de hacer una gran semifinal ante Valladolid pese a llevar sólo un día en tierras castellanas y lo único destacable fue la aportación ofensiva de sus dos americanos Stacey y Bradshaw. Quizás el dominicano estuvo demasiado cansado, ya que se ha pegado un buen tute en las últimas 72 horas. Lo intentó todo, pero sus reservas no dieron para más y al final el título se va hacia tierras burgalesas.
En el partido por el tercer y cuarto puesto de esta Copa el equipo anfitrión Faymasa Palencia se impuso por 81 a 70 al CB Valladolid.
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